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Alumnas potosinas de educación indígena ganan concurso nacional

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  • Triunfan en el 14º. Concurso Nacional “Las Narraciones de Niñas y Niños Indígenas y Migrantes” 2013.
  • Con ello se busca contribuir a la preservación de las lenguas indígenas.

 

Cirila Hernández Galván y Nallely Espinoza González, alumnas potosinas de educación primaria, ganaron el 14º. Concurso Nacional “Las Narraciones de Niñas y Niños Indígenas y Migrantes” 2013, informó la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado.

 

Las niñas indígenas huastecas ganaron este certamen que organiza la Dirección General de Educación Indígena de la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, por lo que acudieron a recibir sus reconocimientos que les fueron entregados en el marco de una Convivencia Intercultural realizada del 14 al 17 de noviembre en la Ciudad de México.

 

Cirila Hernández Galván, quien vive en el Ejido La Subida de la zona indígena de Ciudad Valles y es alumna de la primaria Ignacio Zaragoza, escribió en Tének, que es su lengua materna, el ensayo “Si yo fuera un árbol”, donde recomienda a los niños cuidar el medio ambiente.

 

Nallely Espinoza González, es originaria de Huehuetlán y estudia en la primaria Venustiano Carranza de la comunidad de Tanzumadz, presentó el texto “El hombre fuego”.

 

El concurso tiene el propósito de contribuir a la preservación y desarrollo de la enseñanza de las lenguas indígenas del país, así como el de apoyar la producción de materiales e incorporar el uso de los medios electrónicos para facilitar el proceso de aprendizaje de niñas y niños indígenas.

 

Cada una de las alumnas ganadoras recibió una computadora portátil, una bicicleta y una mochila con material escolar y sus profesores-asesores Rosalía Hernández Tinajero y Zacarías Martínez García, también una computadora portátil.

 

Hernández Galván dijo que en su relato “Si yo fuera un árbol”, describió que pediría que no la cortaran, que la dejaran crecer, que dejaran a los niños jugar alrededor de ella o que la escalaran, que sería el árbol más grande y más bonito que hubiera en su comunidad, le gustaría darle sombra a todas las personas, que cuidaría las aves de los niños y si le salieran semillas, para que los niños las recogieran y sembraran más árboles iguales a ella.

 

Destacó que le gusta escribir en su lengua materna, que es el Tének, pues es muy bonita y un día se las enseñaré a mis hijos porque está orgullosa de hablarla y escribirla.

 

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