Estado

(Galería) Se cumple un año de la destrucción del Congreso

Ninguno de los autores materiales han sido consignados por estos hechos

Este 5 de junio se cumple un año de  la destrucción del Congreso del Estado de San Luis Potosí, un hecho que ha sido calificado por voces críticas como una orquestación por parte del propio Gobierno del Estado por diversas irregularidades.

Los tres jóvenes de la izquierda en todo momento coordinaban las acciones violentas

A través de redes sociales se había convocado a una manifestación pacífica para protestar en contra del asesinato de un joven de nombre Giovanni por policías en el Estado de Jalisco. La invitación que no venía firmada por nadie logró convocar a diversos jóvenes de diferentes colectivos de activistas  defensores de los Derechos Humanos y el Medio Ambiente. Sin embargo también en este participaron diversas personas desconocidas entre quienes suelen participar en estos movimientos.

La cita de dio en la Plaza de Armas de donde marcharon para el edificio de la Fiscalía General del Estado en la calle Ponciano Arriaga. En este lugar un grupo de encapuchados comenzaron a realizar pintas contra la fachada, así como lanzar objetos como piedras y basura y hasta pirotecnia. A pesar de la violencia que se estaba desatando no había ningún policía presenta, además que en todo momento se encontraban infiltrados  – los llamados orejas- del gobierno que no parecían preocuparse por la situación.

Minutos más tarde un grupo de jóvenes causó daños a una patrulla de la Dirección General de Seguridad Pública de Soledad, quienes sin que alguna autoridad se los impidiera  – pues había policías a lo lejos tomando solo fotografías- intentaron quemar la patrulla.

Acto seguido se movilizó todo el contingente incluyendo los encapuchados  a Palacio de Gobierno, aquí es donde varias personas les escucharon oír incluido un servidor, que en cualquier momento llegarían los policías a cargar con todos. ¿Cómo se podrían saber esta información los encapuchados? La única forma es que alguien les estaba avisando y coordinando desde sus teléfonos celulares.

Llegando a Palacio de Gobierno, varios tomaron piedras grandes de una obra a medio terminar del Interapas y las lanzaron contra la fachada, los policías de la entrada  del Palacio se resguardaron. Más tarde intentarían pedir fotografías de los hechos pues aseguraban que uno de sus compañeros estaba lesionado, lo que no sabían es que ellos también habían sido objeto de una orquestación de sus propios jefes.

Tras terminar de lanzar mientras contra Palacio de Gobierno, ninguna autoridad parecía actuar, entonces finalmente se hizo un evento en el Kiosco de Plaza de Armas y se dio por concluida la actividad. Sin embargo los encapuchados invitaron a la gente a seguir con la manifestación y continuación acudieron al edificio del Congreso del Estado, donde sin ningún temor comenzaron derribar las vallas, romper los cristales e ingresar, invitando a varios incautos a cometer la destrucción.

Con completa impunidad ingresaron, realizaron pinta, sacaron objetos del Congreso  y crearon una hoguera en la calle. Quemaron una bandera, mientras que otra más se salvó gracias a que la mayoría de los participantes – los no violentos- les pedían que no lo hicieran. De un momento a otro los encapuchados bien coordinados comenzaron a huir del lugar avisando que ya venían los policías, al voltear un servidor para buscarlos todavía no se hacían visibles en la Plaza de Armas, por lo que no hubo otra forma de saber esta información más que a través de un contacto con las fuerzas públicas.

Al percatarse que había documentado que los policías habían introducido a lo jóvenes al Congreso para alegar que ahí fueron encontrados y evitar documentar que eran golpeados, se me intentó impedir realizar mi labor

La policía comenzó a llegar, de forma totalmente desordenada y violenta, en especial un par de oficiales que tenían toda la intención de golpear personas pues furiosos le pidieron a su superior la autorización de detener a cualquier que se encontrara en el lugar “con estos jefe con estos” veían impacientes en espera del tibio jefe que ni si quiera pudo dar una respuesta, pues sabía que estaba a punto de cometer algo contrario a lo que su uniforme le demanda.

Uno de los principales responsables de las detenciones arbitrarias

A partir de ahí todo fue caos, policías tomaron a personas pacificas que no habían participado en los destrozos y mañosamente los ingresaron por la fuerza al Congreso del Estado para ser detenidos ahí. Intentaron hacerlo de forma violenta y ocultándose de la prensa, sin embargo la situación estaba fuera de control. En varias ocasiones se me intentó limitar el derecho a la libertad de expresión, inclusive se me quiso hacer partícipe de la destrucción.  Un hombre vestido de civil, daba órdenes de quien arrestar y a quien soltar. En un determinado momento policías me impidieron hacer mi labor, golpearon y al reclamar intentaron detenerme hasta que la periodista Ana Dora les increpó.

La activista Roxana Hernández es detenidas minutos después por órdenes de una persona vestida de civil

En una primer acción se detuvieron 5 personas, de forma arbitraria, pero no fue suficiente, por lo que comenzaron a emboscar a más personas que se encontraban alrededor, nuevamente una persona vestida de civil hacía señalamientos, en este caso señalaron a Roxana Hernández, activista y defensora de la Sierra de San Miguelito, la cual en ningún momento participó en la destrucción, es ahí donde comprendí que todo se trataba de una acción simulada con fines de persecución política.

Inclusive personas menores de edad, que no habían participado en los hechos fueron detenidas por policías violentos. A pesar de la solicitud de observadores de los derechos humanos por evitar su detención, simplemente fueron ignorados.

Más tarde se conocería que los detenidos fueron retenidos antes de ser presentados en el Estacionamiento de la FGE, donde policías los amenazaron, robaron y golpearon señalándolos que les esperaban años de cárcel.

El «mono blanco» uno de los principales instigadores de la violencia rompiendo las puertas del Congreso, es hijo de una funcionaria de la Secretaría de Cultura, no ha sido presentado

Hay que resaltar el caso de Claudia Hernández, hermana de Roxana y que también fue detenida de forma arbitraria, a ella sin pruebas, usando mi material periodístico, sin contar con cadena de custodia, subvirtiendo las imágenes, intentaban culparla de forma material e intelectual por los daños al Congreso. Claudia es una férrea defensora de la Sierra de San Miguelito, quien junto con otras personas se ha atrevido a denunciar los negocios turbios que sostienen las inmobiliarias, personajes de dinero y el Gobierno del Estado. Inclusive personajes corrutos como el diputado Juárez Córdova o Rolando Hervert Lara intentaron condenar a las detenidas, pero al ser cuestionados sobre las irregularidades del proceso, la hipótesis del montaje y las pruebas que evidenciaban a los verdaderos culpables, solo callaron.

Los verdaderos responsables se encuentran libres  inclusive participando en la política potosina. De estos se han reconocidos a dos : Sebastián Domínguez López (El mono blanco) hijo de una funcionaria de la Secretaría de Cultura y a Alejandro Guerrero, activo del grupo FRENAA, de quienes se sabe no han tenido consecuencias legales por sus actos.

El Secretario de Gobierno dando explicaciones de porque la policía tardo tanto en actuar

Otros datos turbios salieron más tarde conforme pasaban los días, por ejemplo el Secretario de Gobernación de su momento, Alejandro Leal Tobías, se encontraba en todo momento en el Palacio de Gobierno mientras ocurrían los hechos, este personaje es conocido por ser experto en crear escenarios, operaciones y montajes en favor del Gobierno. Ahora busca una diputación plurinominal para evitar ser alcanzado por la ley. Las cámaras del Congreso nunca fueron usadas como prueba, pues contradicen completamente el discurso oficial sobre los hechos y evidenciando que los detenidos fueron traídos del exterior al interior del Congreso.

Varios de los integrantes dela agrupación “Defensores de la Sierra de San Miguelito” han sido hostigados en diferentes formas, inclusive un servidor recibió una amenaza a unos meses de la situación: Un hombre de tez morena, pantalón pana y chamarra azul se me acercó en el Centro en uno delos pasajes y me dijo  que no revelara más fotos y la Ministerial iría por ellas a mi casa.

La pregunta es ¿Algún día conoceremos la verdad sobre lo sucedido? Porque nadie cuestiona la destrucción del Congreso, pero si las verdaderas razones, pues en razón de cómo se dieron las cosas es claro que todo fue orquestado por personas que tienen el control sobre las instituciones.

Por @Pukkov

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