CULTURA

Preparando un altar de muertos: guía para conservar la tradición mexicana

Conoce los elementos esenciales de esta ancestral práctica

México es un país rico en tradiciones y una de las más icónicas es la celebración del Día de Muertos. Esta festividad, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tiene en el altar de muertos su máxima expresión. Pero, ¿qué se necesita para armar uno tradicional?

  1. Ofrenda: El corazón del altar. Se coloca comida, dulces, bebidas y otros objetos que eran del agrado del difunto. Los tamales, pan de muerto, frutas y calaveritas de azúcar son típicos.
  2. Flores: Las cempasúchil son las más tradicionales. Su colorido y aroma tienen el propósito de guiar las almas hacia la ofrenda.
  3. Velas: Iluminan el camino de las almas. Se deben colocar en cruz para representar los puntos cardinales.
  4. Fotografías: Una imagen del ser querido que se está recordando.
  5. Calaveras: Símbolo de la muerte y de la festividad. Pueden ser de azúcar, chocolate o arcilla.
  6. Papel picado: Representa el viento y la fragilidad de la vida. De colores vivos, suele decorar el borde del altar.
  7. Agua: Fuente de vida, se coloca en un recipiente para que el difunto sacie su sed después de su largo viaje.
  8. Copal e incienso: Purifican el ambiente y conectan con el mundo espiritual.
  9. Objetos personales: Pueden ser desde juguetes, en caso de niños fallecidos, hasta objetos que pertenecieron al difunto.
  10. Cruz: Hecha de sal o ceniza, representa los cuatro puntos cardinales y guía a las almas.

La Secretaría de Cultura recomienda conservar y promover esta tradición, ya que fortalece la identidad y la cohesión social. No obstante, también es esencial adaptar y personalizar el altar según las creencias y deseos de cada familia.

Este 2 de noviembre, fecha en que se celebra el Día de Muertos, se espera que miles de hogares mexicanos y de otras partes del mundo rindan homenaje a sus seres queridos con un altar, demostrando que la tradición está más viva que nunca. ¡Participa y mantén viva esta hermosa tradición!

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