Se realizaron con éxito las sesiones filosóficas del XIII Festival de San Luis
La Cafetería del Teatro de la Paz, a partir de las 17:00 horas del pasado martes 02 de abril, se convirtió en la sede de las sesiones filosóficas bajo la coordinación de Víctor Hugo Galván Sánchez, egresado de la Universidad del Centro de México.
En la primera de ellas, se debatió sobre la importancia de un festival de cultura para la sociedad potosina; el ejercicio permitió a los asistentes reflexionar, expresar sus opiniones y apreciar desde distintos ángulos el tema.
En dicha sesión se contó con un aproximado de 25 personas las cuales se mostraron muy interesadas y participativas con respecto a los temas de cultura, la sesión se inició con las preguntas ¿Qué es cultura? ¿Por qué y para que un festival de arte?
Algunos de los participantes expresaron su gusto por este tipo de eventos culturales y coincidieron en que las redes sociales son una buena fuente para difundirlos, también se contó con la presencia de niños los cuales proponían más talleres artísticos y que no sólo fueran en vacaciones para aprovechar el turismo de nuestro estado, sino que se acoplarán a los tiempos libres más comunes de las familias, para que los padres pudieran llevar a sus hijos a que se involucren en estos temas y no se queden solamente con la cultura que ofrece la t.v., con este punto se coincidió que la familia es la base de toda cultura.
La segunda y última charla filosófica, se realizó el jueves 04 de abril con la finalidad de responder a la pregunta: ¿Cuándo deja de ser cultural una presentación artística? Y se contó con la asistencia de 50 personas.
Cada participante contó con tres minutos para aportar su opinión, lo cual provocó un nutrido debate. El público se cuestionaba sí ¿cultura y arte es lo mismo? a lo que uno de los presentes aportó “el arte es la máxima manifestación de la cultura”.
Comentaban sobre el Festival de San Luis que podía ser o no cultural, pero se concluyó que arte y cultura depende quien lo vea, de la perspectiva individual y del gusto particular para apreciar y decidir que es arte y cultura.
El objetivo se cumplió satisfactoriamente, generando en los presentes el gusto por el pensamiento crítico, también por compartir ideas para generar nuevas interrogantes y a su vez conocer la complejidad de determinadas situaciones personales o sociales en torno a cualquier temática, en este caso la realización de Festivales.
Esto sucedió mientras se extendía el olor de un sabroso café por toda la sala y un poco más allá el arte de filosofar.-