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Facultad del Hábitat participa en la restauración de la escultura “El Caballito”

el caballito
Luego de los trabajos que ha realizado el coordinador de la Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles, restaurador Mauricio Benjamín Jiménez Ramírez, en los trabajos de restauración de la escultura “El Caballito”, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y su Facultad del Hábitat firmarán un convenio de colaboración con el fideicomiso de restauración del Centro Histórico de la Ciudad de México.
El director de la Facultad del Hábitat de la UASLP, doctor Anuar Abraham Kasis Ariceaga, expuso que estos trabajos de colaboración surgen a solicitud del fideicomiso del Centro Histórico de la Ciudad de México, donde se ubica al coordinador de la carrera de Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles como especialista en restauración no sólo de metales, sino cerámica y papel entre otros materiales.
“Se acercaron a la UASLP y lo solicitaron como líder del grupo de restauración, por lo que se firmará un convenio entre el fideicomiso y la UASLP, y otro en específico con la Facultad del Hábitat para reconocer la participación del restaurador Jiménez Ramírez”. Y señaló que en los trabajos también han colaborado otros profesores restauradores, así como estudiantes, que realizan sus prácticas de campo aprovechando este proyecto, en el que también trabaja un grupo de especialistas de diversas disciplinas, quienes examinan a detalle los deterioros que en 2013 sufrió la escultura ecuestre de “El Caballito”.
“Ese minucioso diagnóstico, que será la base para la elaboración del futuro proyecto de restauración, es posible gracias a la utilización de equipos de vanguardia, que en México nunca antes se habían utilizado en un estudio de este tipo”, aseguró el director de la Facultad del Hábitat de la UASLP.
Los trabajos de análisis, que se describen en el denominado “Proyecto de investigación científica para la conservación y restauración de la escultura ecuestre de Carlos IV y su pedestal”, aprobado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, incluyen desde un levantamiento arquitectónico y un registro de la superficie con escáner láser -que permitirá reconstruir digitalmente el monumento- hasta el uso de microscopios de última generación, Rayos X, luz infrarroja y analizador de metales por fluorescencia, para visualizar a detalle la composición de la pieza, sus deterioros y hasta las condiciones de estabilidad en el sitio donde ahora se ubica, en la Plaza Tolsá.
Entre los principales equipos que se utilizarán para este estudio, figuran: un detector de fallas por ultrasonido de arreglo de fases, un tubo de Rayos X digital computarizado, una cámara termográfica infrarroja, un analizador de metales por fluorescencia y un metaloscopio de campo. En el campo del patrimonio cultural, estas herramientas de inspección no destructivas, hasta ahora sólo se han empleado para estudios en laboratorio de obras de arte.

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