Estado

La soga al cuello: LA FENACO

¿Tan mal fundado juzgas el derecho de una rica al amor de un pelagatos que no tiene ni vin?a ni barbecho?
Bretón de los Herreros.

 

La ciudad está de fiesta, la Feria Nacional Potosina dio inicio y su inauguración apoteósica casi nos hace olvidar la violencia en las calles, la creciente adicción a las drogas sintéticas, la carestía por la incesante escalada de precios de los productos básicos, las fallas constantes de la empresa que opera el acueducto que trae el agua de la presa El Realito y demás minucias que debemos tolerar para sobrellevar la miseria humana que nos rodea. No me malinterpreten, no dije que todos, solo que la mayoría.

 

La verdad es que ese tema de la FENAPO es otro tiro que le sale bien al gobernador Ricardo Gallardo Cardona, el tipo está empecinado en hacer feliz a su pueblo, a costa de lo que sea, y al parecer, conoce bien a su gente. El potosino es mitotero y procrastinador, se distrae con facilidad y gusta de la broma simple, la risa boba, la rima, el pastelazo, las procesiones, la pirotecnia, la tambora y el mariachi, todo aquello que le permita armar boruca y olvidarse de la terrible soledad de pensar.

 

A veces es mejor aceptar como propia la opinión de alguien más, así se ahorra el proceso de investigación, la reflexión a partir de la contraposición de los datos duros y las versiones sin sustento que pueden circular en el ambiente de una red social o de algún determinado club de personas afines en intereses y gustos.

 

La sociedad potosina se divide en segmentos y zonas geográficas, los ricos – clase media construyen murallas alrededor de sus colonias, para sentirse más seguros y no ver la miseria que hay detrás. Algo tienen en común los pudientes y precaristas de San Luis Potosí, son sumamente ignorantes, y están conformes con ello.

 

La FENAPO curiosamente reproducía el mismo modelo desigual de la sociedad de la cual emergió, gente de tonos de piel más clara se asomaban por las terrazas de la zona de antros y los restaurantes de cortes, sus pláticas banales casi siempre haciendo alusión a una nueva compra, ropa, autos, cirugías estéticas, tratamientos de belleza, amantes, viajes, etcétera. Todas esas cosas qué harían sentir satisfecho a un Whitexican promedio.

 

Más abajo, los jodidos comiendo fritangas, hot dog de 3 x 25, la orden de flautas a 30, los tacos rojos con un pedazo de pollo frito a 50, de beber, refresco. Ya satisfechas las ansias, la caminata y la asoleada al teatro del pueblo, hacer bola, dejar que la cumbia vallenata hiciera su chamba de ahuyentar el agobio de estar vivo. Los pobres irían a los juegos mecánicos, tan caros como inseguros, lo bueno es que duraban como un suspiro.

 

Los más favorecidos llegaban al palenque después de la media noche, algún artista de mayor relevancia haría presencia, los cabellos rubios y las botellas de buchanan como trofeos, para demostrar que uno es alguien, casi como un fetiche. Hacia atrás, en la tribuna, la distancia del ruedo dejaba claro que tanto dinero se traía en el bolsillo. En México nos hemos acostumbrado a la exclusión, y la única forma de justificar un privilegio es a partir del poder adquisitivo. ¿Qué tanto están dispuestos a pagar por no formarse? ¿Cuánto cuesta no llegar a tiempo o que te sirvan primero?

 

Los políticos siempre padecen del mismo mal, quieren ser aceptados, o por un pueblo caprichoso o por las élites, cuando el personaje en pugna proviene de un estrato más bajo tardará una generación en mimetizarse, el actual gobernador ha mostrado desprecio por ese ritual aspiracionista, y hace bien, después de todo, muy difícilmente tendrían algo de qué hablar, a menos que sea de razer, violines de cinco millones de pesos y caballos finos. A menos que algún genealogista – alquimista le haya hecho un conjuro, difícilmente el gobernador podrá presumir alguna línea familiar que nos lleve hasta un marqués o duque español.

 

“Whatever”, quién sabe si al gobernador le alcance la malicia para planear algo así, pero los “clase media” han despreciado este evento, si acaso acudirán al palenque a corear al “potrillo” Alejandro Fernández que tanto les fascina, pero en el resto de las instalaciones no hay nada que les agrade, solo hay cosas que a sus sirvientes o empleados domésticos les gustaría. En el teatro del pueblo habrá un derroche de talento y millones. Esta puede que sea la FENAPO más costosa de su historia, gastaron como si no hubiera un mañana y se dice que él mismo gobernador se involucró en hacer la lista de artistas.

 

No se puede negar que el gobernador conoce a la perfección bajo qué estímulos reacciona el pueblo de San Luis Potosí, al menos las mayorías, y sin lugar a dudas su intención de hacerles tanto obsequios tiene la malsana intención de ganar el favor de su voto mañana y siempre, pero vamos, ese cortejo se ha hecho siempre, algunos con menor éxito por andar de pichicatos y dejar que su mezquindad arruine el momento.

 

El gobernador Gallardo posiblemente no pretendía democratizar la FENAPO, pero puede ser que lo haya logrado. Claro que en el teatro del pueblo también hay zonas exclusivas y con costo al donante, con servicio a la carta y tinto para acompañar sus alitas BBQ, honestamente, me sentiría ridículo de estar rodeado de “peludaje” y yo tragando una hamburguesa con cubiertos. Sería como levantar el dedo meñique mientras se empina una caguama.

 

Mejor no preguntemos de los balances financieros y de dónde sacó tanto dinero el patronato para contratar artistas que rondan de los cinco a los diez millones por evento. Sobretodo porque en la edición 2022 de la FENAPO no van a cobrar el boleto de entrada y habrá dos días de fritangas gratis, una a costa del alcalde capitalino Enrique Galindo y otro patrocinado por la alcaldesa de Soledad de Graciano Sánchez Leonor Noyola. Los dos entraron al mame “más a huevo que de ganas”, comprometidos por el gobernador en un mitin político de esos de pura “aplaudida”.

 

Yo no sé cómo los políticos no se cansan de tanta adulación, el culto a la personalidad se vuelve una adicción maldita. Cómo será de feo eso que una de las tantas atracciones de la FENAPO es tomarse una fotografía con una imagen de cuerpo completo del gobernador y su chofer (el famoso “gordo”) dentro de la camioneta desde donde hace sus transmisiones de streaming para Facebook. Quizás eso haga sentir al ciudadano común que también viaja en la camioneta desde donde se gobierna el estado.

 

Él gobierno del estado le ha invertido tanto dinero a la FENAPO como a los parques tangamanga I y II, ojalá en su próximo informe también haya acciones concretas contra la delincuencia, mayor transparencia en el ejercicio de los recursos públicos, impulso al deporte amateur, un programa real para atender a los miles de adictos a las drogas y, el proyecto coordinado con los ayuntamientos que conforman INTERAPAS para sustituir esos más de 50 kilómetros del acueducto de El Realito que están inservibles, para dejar de estarle haciendo al tío Lolo con el tema del agua.

 

Y también de paso reconocer que ya estamos utilizando agua con flúor y mañana podría ser arsénico. Debemos dejar de sobreexplotar el acuífero profundo y crear una cultura del consumo responsable de agua antes de que pronto ya no haya ciudad, ni FENAPO, ni nada.

 

@gandhiantipatro

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