La soga al cuello: El ratón
“Tú eres como el ratón de ferretería, se come la madera, y como no se puede comer los clavos, los mea…” Julio Voltio. Claro de Luna.
Se nos vino la noche. La cosas marchan conforme lo esperado, solo con la reserva final de la sesión del tribunal electoral del poder judicial de la federación donde se ratifica el triunfo de José Ricardo Gallardo Cardona como gobernador constitucional. La están haciendo de emoción, quizás porque el tema es candente, o porque los magistrados se quieren colgar una medalla anulando una elección, que ha sabidas cuentas no le interesa mucho al presidente Andrés. O sea, sí pero no, el verde es aliado del régimen, pero no es una gubernatura de Morena.
Como sea, ya todos dan por hecho que Ricardo Gallardo será gobernador de San Luis Potosí por seis largos años. En el proceso de transición, los enviados para la “entrega – recepción” toman decisiones y se comportan con la prepotencia esperada, no pueden esperar más, asignan contratos a proveedores amigos y cancelan pagos a los que alcanzaron la bachicha de este gobierno.
Con cierto cinismo el gobernador electo declaró recientemente que “el proveedor que no le alcance a cobrar a Juan Manuel Carreras ni se haga ilusiones de que algún día se le pagará el remanente”. El mismo Gallardo habría instruido a Carreras de no tocar la alcancía so pena de sufrir su ira, igual que con el otorgamiento de bases sindicalizadas. El que alcanzó, alcanzó.
Juan Manuel Carreras más medroso que nunca, se le quiebra la voz, vive (y sufre) el suplicio de los días que no acaban, ya quisiera estar por ahí disfrutando de su libertad sin tener que rendir cuentas a nadie. Pero el nuevo gobierno aún necesita de sus servicios, al fin Carreras volvió a ser lo que mejor sabe, un oficioso ujier. Solo que no es lo mismo besar las plantas de los pies de un monote como Gonzalo Toribio Martínez Corbalá, que terminar de plañidera con un pedestre párvulo de pocas luces. Que diría su mentor si viera a su alumno más avanzado servir de meretriz a un rácano.
El doctor en derecho se ha visto disminuido ante la habilidad y audacia de un sujeto que reconoció alguna ocasión haber sido siempre un mal estudiante, las letras no se le dieron al nuevo gobernador pero en los negocios parecer ser un maestro. Y es que si medimos el éxito en la vida en razón de las posesiones materiales y el poder que se usa como un machete para abrirse paso entre la maleza, sin duda Gallardo es un hombre exitoso que ha salido impune de cualquier circunstancia u obstáculo que la vida le ha presentado. Dicen los que lo conocen que lee mucho, pero el Facebook.
No lo importunen con un libro porque corren el riesgo de orinar sangre, como que no le traen buenos recuerdos tantas letras juntas y sin dibujitos. Aunque en un reciente video (en su red social por supuesto) presume ya haber leído varios tomos de la “Historia de Méjico” de Zamacois. Todo iba bien hasta que en el mismo segmento presumió un juguete “Mazinger Z” (aún sin abrir) que al parecer por su reacción le llena de satisfacción sólo de encontrarlo y mostrarlo a la muy culta audiencia que está atenta a sus transmisiones de Facebook live.
Dicen que “tú eres lo que comes” y la lectura influye mucho en la forma de hablar de las personas, no hay que ser muy observador para adivinar con que llena Gallardo su muy atribulada cabeza. El cotilleo de las redes sociales, la inmediatez del meme, la fake news o el video viral del día. El adictivo juego de la vida que se disuelve en las pantallas de los teléfonos y ha fagocitado la mente humana para convertirnos en autómatas. El nuevo gobernador no es ajeno a esta realidad, es más, no imagina el mundo de otra forma, quizás no esté tan mal, en gran medida las redes sociales lo ayudaron a obtener el poder.
Que no les extrañe si algunas decisiones políticas se tomarán en sendas votaciones diarias en la fan page del personaje. ¿Acaso debo meter a la carcel a los ex gobernadores que robaron tú dinero?, ¿Qué opinan raza?, déjenme sus opiniones, likes y memes por favor, y nunca olviden: “cuatroté forever, hasta la vista beibi”.
Pero no todo es procrastinación, alguien debe hacer el trabajo sucio, a pesar de su condición de salud, el maligno ex procurador de justicia, ex secretario de gobierno, y en unos cuantos días ex diputado local, Cándido Ochoa Rojas es la mente maestra del próximo sexenio. Uno de sus más fieles esbirros fue colocado estratégicamente en la secretaría de gobierno, José Guadalupe Torres Sánchez, el perro más fiel, cancerbero.
Tal vez Gallardo sin asistencia estaría dando tumbos a estas alturas del partido si no tuviera a Cándido moviendo los hilos, no fue de extrañarse que el fiscal general del estado hasta el 2024 sustituyese por mandato al jefe de la policía ministerial y a la vice fiscal jurídico. Eso de “hasta el 2024” es una broma, todo mundo sabe que al periodo de gestión de Federico Garza le quedan menos días de vida que a un enfermo de cáncer en etapa terminal. Lo más probable es que no sobreviva la próxima semana.
El movimiento de la vice fiscal jurídica Marcela Díaz no es gratuito, es ella quien suple al fiscal general en caso de muerte, renuncia o pérdida de la razón. En su lugar, el fiscal “pirrurris” como le llaman cariñosamente sus subordinados tuvo a mal nombrar a un personaje de sobra conocido en el medio gangsteril de San Luis, José Luis Ruin Contreras es ahora el segundo en la línea de sucesión para que al fenecer el reinado de Federico Garza entre al quite de forma inmediata mientras el congreso hace algún trámite para legitimar el albazo y que concluya el periodo para el que fue electo el “pirrurris”.
En la policía ministerial el general Miguel Amado Jiménez González pisará suelo muy frágil, tiene un camino minado desde la calle de Xochitl hasta su escritorio. En la policía ministerial conviven de mínimo cuatro facciones ligadas a algún grupo criminal, comprender ese complejo entramado no es algo que se obsequie a un extraño, a ver cómo le va.
“La orden ya la dio el patrón”, Gallardo tomará protesta en la plaza de los fundadores, rodeado de su gente y posiblemente con la banda tracalosa trepada en un tapanco esperando ansiosos a cantar el himno nacional mexicano. La sesión pública del congreso del estado estará amenizada por porras y vítores, la gallardía avasallará con bullas y aplausos cualquier intento por importunar a su líder. El congreso del estado es gallardista, entre los verdes, los rojos (PT), los morenos y los tricolores (PRI) pueden aprobar con o sin el menor recato lo que gusten y manden.
Si algo extraño no sucede nos leemos próximamente, ya sin fiscal, sin penas ni gloria, con fallo del tribunal electoral y la certeza de que no hay mal que dure seis años, ni pueblo que lo tolere.
Sea pues Federico “el pequeño” Garza, en la insulsa cacofonía de tus días, lo tuyo es hacer como que se hace, pero no hacer nada, fuiste un bostezo que se ahogó en la pachorra cotidiana, la insultante agonía de tu presencia, ofende más que la preocupación por los años aciagos que se ciernen sobre todos.