La soga al cuello: La cruzada
Patria, patria, pétrea pútrea, cuando entenderás que si vinimos a Zempoala es porque no teníamos nada que hacer entre céfiros y trinos. Anónimo.
No se me ocurre nada. Desde mi poltrona de comodidades y privilegios, veo a través del tamiz de las redes sociales el abismo de ambigüedades en que nos sumergimos todos y todas a toda hora, millones de humanos intentando ser otra persona, más alta, más esbelto, más rico, menos ignorante, más seguro de sí mismo y de sus capacidades, dueños de su destino. Delicadas hojas al viento que se desvanecen en la turbiedad de un remolino.
El gobernador por cierto, de gira por Líbano, hasta acá nomás nos llegan los boletines con las fotografías, saludando a líderes religiosos como el patriarca de la Iglesia Católica Maronita, Béchara Boutros Raï, en plena conversa con el presidente de ese pequeño país, General Michael Aoun, conociendo al más fuerte contendiente para la presidencia próxima a elegir, Gebran Bassil. Creo que solo falta una reunión con el líder del Hezbolá, Hassan Nasrallah y una entrevista con Al Jazeera.
Líbano es un país que tiene el doble de población de San Luis Potosí en una quinta parte del territorio, actualmente pasa por una grave crisis económica y política, su vecindad con el estado de Israel y Siria, los mantiene constantemente en estado de alerta. No se ha dicho mucho de los beneficios para la entidad producto de este viaje, pero… podría darse el caso de que en lugar de traer alguna promesa de compra del terreno de la Ford, traiga un par de agentes de la CIA pisándole los talones. Generalmente los gobernadores potosinos pierden el tiempo en sus giras, van a EEUU de paseo y como “no queriendo”, se dan una vuelta a Disneylandia. Hay que reconocer el nivel de audacia del jefe de ejecutivo, mira que si a mí me preguntan cuál es el último lugar donde me gustaría pasear, estaría entre Beirut, Kinshasa, Puerto Príncipe y Soledad de Graciano Sánchez.
Pero no, el vato arriesgando su vida y la de su valiente esposa, va y se mete al ojo del huracán, a la boca del lobo, a donde el Diablo se pasea, ¿y para qué?, pues seguramente habrá una explicación, pero ahorita lo único que se me ocurre que podemos vender, es un exitoso modelo de operación político – electoral. No dude usted que de pronto aparezcan tortillerías de bajo costo en Líbano para apoyar la economía familiar, y agua purificada gratuita, y paquetes escolares, y el pinshi Julión Alvarez inaugurando la Feria Nacional Libanesa con un corrido mamalón en honor del Clan Al-Zein.
Mientras tanto aquí en San Luis Potosí los potosinos saben dónde está el club libanés, pero no podrían encontrar el país en un “mapa mundi”, conocemos al “tatis” Abud, a Luis Mahbub y algunos otros personajes de cara larga y nariz prominente, pero no sabemos quienes son realmente. Tal vez alguien pueda decirnos dónde está nuestro gobernador y si volverá con bien, y con buenas noticias.
Mientras tanto en la pachorruda ciudad la vida continúa, dos noticias llaman poderosamente mi atención y me hacen reflexionar, la primera, se habla de 250 mil perros callejeros en la ciudad, y todos con sus derechos protegidos por un renglón en el código penal del estado de San Luis Potosí. Peligro y alguno de ustedes estimados lectores atropelle alguno y se hará acreedor a pena de prisión y su familia tendrá que sufrir por décadas el estigma de estar emparentados con un canicida.
La ley de protección a los animales domésticos no determina con precisión si un perro comunitario es “doméstico” por el simple hecho de llevar correa y traje de Pokemon cuando su dueño lo saca a pasear y recoge su caquita después de mear algún arbolito. Yo entendería como doméstico a un animal que se somete a las decisiones de un humano, el cual lo protege y se hace responsable de sus actos ante la sociedad, como si muerde a una anciana o destroza las petunias recién plantadas del jardín del vecino.
Los perros de “todos” terminan siendo de nadie cuando provocan algún destrozo, o reaccionan de forma primitiva cuando se sienten amenazados o eufóricos. Los vecinos que le obsequian agua en la puerta de la casa y le arrojan un puño de alimento en el piso, no se hacen responsables cuando el “perrito” tumba algún ciclista o automovilista porque vio amenazado su territorio, esa cuadra donde seguramente ya tiene meadas las cuatro esquinas. Pasa lo mismo que con las ancianas que tienen un par de nietos adictos al cristal sentados todo el día en la banqueta.
Hay un montón de leyes pululando por ahí que no son objeto de escrutinio, alguna son letra muerta y otras están sujetas a la interpretación ociosa y ambigua de un juez que posiblemente está pasando por un momento difícil en su vida, o peor aún, juzgadores que reaccionan con ímpetu ante la presión social o política de las redes sociales. Igual que los políticos, lo correcto es lo socialmente aceptado y popular.
La segunda noticia que me agobia es el anuncio de la sequía y cuánto afectará la economía de los potosinos y los mexicanos, según anunció el Banco de México un estiaje como el pronosticado podría recortar medio punto del PIB. Me preocupa más lo mucho que influye en el estado de ánimo de las personas el calor incesante, la gente suele sufrir alteraciones graves en su comportamiento por situaciones de estrés ligadas a las altas temperaturas, y más si estás atrapado/a en el tráfico de la ciudad, imaginando cómo será la cosa cuando esté por fin la vía alterna a la zona industrial.
Tal vez será como estar en la película Falling Down, estrenada en 1993 y subtitulada en español como “un día de furia”, con Michael Douglas como protagonista, aunque ese día de la película, parece ser un paseo que en el parque, si lo comparamos con el de cualquier habitante de la periferia en la ciudad de San Luis Potosí, cuando no es una runfla de colombianos agiotistas, son una banda de ladrones en despoblado con uniforme y vehículo con torreta. Excepto los de la policía municipal que traen cámara para vigilarlos pero les dan premio por productividad, así que salen como perros a infraccionar a cualquiera que se les queda mirando. El policía del mes ahora se gana su cuota pero de manera institucional.
Y así pues, mientras esperamos la gloriosa venida del gobernador a ver qué nos trae de Oriente, les deseamos unas felices fiestas patrias en compañía de su familia, seguramente aprovecharán el puente vacacional y se disfrazarán de mexicanos para gritar y mostrarle al mundo cuán patriotas somos.