Marychuy Almendarez niega acusaciones y solicita a la CEDH evidencias para limpiar su imagen
La activista rechaza haber provocado la caída de la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y exige una aclaración pública
Marychuy Almendarez, reconocida por su labor como víctima y defensora de derechos humanos, negó rotundamente las acusaciones que algunos medios han difundido, en las que se le señala de haber causado la caída de la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de San Luis Potosí, Giovanna Argüelles. Según Almendarez, tales afirmaciones son falsas y forman parte de una campaña de desprestigio impulsada por algunos funcionarios del gobierno estatal.
Durante una rueda de prensa, la activista presentó un escrito dirigido a la propia Argüelles, en el cual solicita que la CEDH se pronuncie públicamente para desmentir las notas «calumniosas y difamantes». Además, pide el acceso a las grabaciones de las cámaras de seguridad ubicadas en las instalaciones de la comisión, incluyendo elevadores, escaleras y áreas exteriores, durante las fechas señaladas por los medios. Con ello, busca demostrar que no estuvo involucrada en ningún altercado con la presidenta del organismo.
«Ya van varios días en que ciertos medios publican información a cuentagotas, dañando mi imagen, sin que haya un desmentido claro. Por ello, pido a la presidenta de la CEDH que salga a la luz con la verdad, porque su investidura también está siendo empañada y ella no es una persona que se preste a mentir», afirmó Almendarez, quien aseguró no haber visto ni tenido trato con Argüelles en los últimos dos meses.
La activista admite haber mantenido comunicación en ese lapso con otros integrantes de la comisión, como la primera visitadora, Begoña Castillo, y el secretario ejecutivo, Miguel Carvajal, pero insiste en que con la presidenta no ha habido contacto alguno. «Quiero dejar muy claro que no existe evidencia que sustente estas acusaciones, por eso exijo el material de las cámaras y un posicionamiento oficial», concluyó.
De momento, Almendarez no identifica con certeza a los responsables de la supuesta campaña de desprestigio, aunque menciona tener sospechas. Su prioridad, asegura, es proteger su reputación, respaldar su inocencia con evidencias y esclarecer la situación ante la opinión pública.