Rechazan posible reubicación de la ETI: padres de familia exigen construir nueva universidad en otro predio
La incertidumbre de la comunidad escolar crece ante los rumores en redes sociales; exigen que no se afecte a la secundaria técnica número uno ni a la escuela primaria tipo 21 de agosto.
La presunta intención de reubicar la secundaria técnica número uno (ETI) para destinar sus instalaciones a la Universidad Rosario Castellanos ha generado inconformidad entre madres y padres de familia. En particular, la escuela primaria tipo 21 de agosto también se vería afectada por esta medida, que hasta ahora carece de un comunicado oficial.
María Evangelista, madre de familia de la primaria tipo 21 de agosto, manifestó la preocupación generalizada por el posible desalojo:
“Nos enteramos por redes sociales, no hay nada oficial. Nosotros exigimos que se nos escuche, porque se habla de un presupuesto millonario para la Universidad Rosario Castellanos, pero preferimos que se edifique desde cero en otro predio, sin pasar por encima de los casi 800 alumnos”.
Los padres señalan que ambas escuelas cuentan con una trayectoria histórica, particularmente la primaria, que es centenaria y benemérita. Asimismo, advierten que el cambio afectaría no solo el rendimiento académico, sino también el equilibrio emocional de los menores, quienes tendrían que adaptarse a un nuevo entorno, maestros y compañeros.
“Los niños están preocupados y angustiados, pues tienen aquí su círculo social. No se vale que jueguen con la salud emocional de los alumnos solo por un capricho”, enfatizó María Evangelista.
Hasta el momento, los inconformes aseguran no haber recibido notificación oficial sobre la reubicación. Pese a ello, se preparan para alzar la voz de ser necesario:
“Estamos dispuestos al diálogo, pero no a que nos desplacen sin más. Si hay recursos, que los usen para construir una universidad nueva y no para arrebatar escuelas consolidadas”, finalizó la vocera.
La comunidad de padres de familia de la ETI y la tipo 21 de agosto pide a las autoridades estatales y educativas aclarar la situación cuanto antes. Por el momento, el temor a perder instalaciones y el patrimonio educativo de generaciones enteras motiva a la organización de manifestaciones y posibles acciones legales si no se llega a un entendimiento que garantice la continuidad de los planteles en su ubicación actual.