Iglesias veterocatólicas de México e Italia sellan acuerdo de plena comunión durante la celebración de Pentecostés
El pacto busca fortalecer la colaboración pastoral y el testimonio conjunto de estas comunidades minoritarias en ambos países
En el marco de la festividad de Pentecostés, la Iglesia Veterocatólica de México y la Iglesia Cristiana Vetero-Católica en Italia firmaron un acuerdo de plena comunión que formaliza la cooperación litúrgica y pastoral entre ambas comunidades. El anuncio se realizó al término de la homilía dominical, subrayando la importancia espiritual y ecuménica del acontecimiento.
Durante la prédica, el celebrante recordó el pasaje de San Juan 20:19-23, donde Cristo resucitado entrega el don del Espíritu Santo a sus discípulos: «Reciban el Espíritu Santo». A partir de esta referencia, destacó que la acción del Espíritu sigue “unificándonos y enviándonos al mundo”, vinculando la firma del convenio con la aspiración de unidad entre los creyentes.
El orador subrayó que la comunión no constituye “una unidad impuesta, sino tejida por el amor de Dios”. Enfatizó que “el Espíritu Santo es el vínculo de nuestra unidad… transforma nuestras diversidades en una sinfonía que eleva alabanza a Dios”. Con esta premisa, calificó el pacto como “una manifestación palpable de la acción del Espíritu Santo, que derriba muros y construye puentes” entre ambas Iglesias.
El acuerdo —suscrito de manera simultánea en México e Italia— tiene especial relevancia para comunidades que, en palabras del predicador, “son una voz pequeña, pero significativa” dentro de sus respectivos contextos nacionales. Añadió que “la unidad que hoy sellamos no solo es un signo de nuestra fe, sino también una fuente de apoyo mutuo para afrontar los desafíos que la evangelización implica para minorías religiosas”.
Representantes de ambas jurisdicciones resaltaron que el documento establece directrices de cooperación en materia de formación clerical, celebración sacramental y proyectos sociales conjuntos. Asimismo, prevé mecanismos de consulta periódica para mantener la armonía doctrinal y pastoral.
Al concluir la liturgia, el ministro exhortó a los fieles a ver el convenio como un impulso para el testimonio cristiano: “Confiemos en que, unidos en el Espíritu, superaremos todo lo que nos divide y continuaremos anunciando la buena nueva del Evangelio”. Con la firma, ambas Iglesias buscan consolidar su presencia y servicio en sus respectivos países, respaldadas por un vínculo canónico y fraterno que refuerza su misión común.
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