Funcionarios municipales construyen millonario hotel en Sierra de Álvarez
San LuisPotosí.-El director general del periódico «La Orquesta», Jorge Francisco Saldaña Hernández, dio a conocer el 12 de mayo del año en curso una investigación realizada entre él y sus colaboradores sobre un proyecto híbrido llamado “Hotel Sierra”, ubicado en el rancho El Sumidero, dentro de la Sierra de Álvarez, en nuestro bello estado de San Luis Potosí. Este complejo de 10 hectáreas no sólo pretende ser un hotel, sino a la par ofrecer sus instalaciones para campamentos, por lo que la gente ya lo está llamando “Campamento del Terror”, “Hotel Fifí” y “Campamento Fifí”.
Los principales involucrados en este proyecto resultan ser amigos cercanos del alcalde capitalino Francisco Xavier Nava Palacios, los cuales también son funcionarios públicos pertenecientes a su gabinete. Los susodichos son:
– Óscar Valle Portilla, ex-Oficial Mayor del Ayuntamiento de San Luis Potosí, actual Director de Desarrollo Social Municipal, Asesor Jurídico de la Asociación Mexicana de Campamentos y primo de Rodrigo Portilla Díaz.
– Ricardo García Rojas Flores, actual Director de Deporte Municipal, Vicepresidente de la Asociación Mexicana de Campamentos, cuñado de Óscar Valle Portilla y Fundador y Director General del campamento «Quinta Camp».
– Rodrigo Portilla Díaz, actual Tesorero Municipal y ex-Administrador del campamento «Quinta Camp».
Estos 3 individuos parecen ser los entusiastas e inversionistas primordiales del proyecto, pero hay más partícipes:
– Bernardo González Courtade, Notario Público en retiro, dueño de las 10 hectáreas para el proyecto y persona que declaró que Rodrigo Portilla Díaz fue el primero en proponer ese terreno como aportación inmobiliaria y que a partir de allí ha sido el principal negociador de los términos.
– Francisco Xavier Nava Palacios, quien ha usado el campamento «Quinta Camp» en múltiples ocasiones, ya sea para realizar reuniones secretas con su gabinete o con empresarios, e incluso para fiestas familiares y demás eventos sociales.
– Sandra Valle Portilla, Directora de Operación del campamento «Quinta Camp», hermana de Óscar Valle Portilla y esposa de Ricardo García Rojas Flores.
– Javier Nava Báez, ex-empleado del campamento «Quinta Camp» y actual Gerente del Proyecto y Supervisor de Obras para el Hotel Sierra.
– El suegro de Óscar Valle Portilla, quien fue el que desarrolló el proyecto arquitectónico, a pesar de que una firma de arquitectos locales fue la encargada de hacer la representación digital del mismo.
Hacer mención del campamento «Quinta Camp» es importante, pues Ricardo García, Rodrigo Portilla y Sandra Valle llevan trabajando en él desde hace más de 20 años. Esto quiere decir que la decisión de tener un campamento y un hotel simultáneamente no fue sacada de la manga, ya que conocen a fondo el negocio; han llevado a cabo campamentos para el público en general y como parte de actividades privadas para diversas empresas y escuelas. No obstante, el terreno y la infraestructura de «Quinta Camp» se lo rentaban a la familia Arenas.
La parte fundamental de esta investigación es que el proyecto costará más de 50 millones de pesos, y hasta ahora los únicos inversionistas parecen ser Óscar Valle, Ricardo García y Rodrigo Portilla (se especula que el alcalde Xavier Nava también invertirá en él, pero aún no se confirma ni desmiente). Curiosamente, ninguno de los 3 ha presentado su declaración patrimonial y de intereses (la famosísima 3 de 3) de forma completa y actualizada. Además, sus ingresos no podrían cubrir el grueso de la inversión, aun entre los 3 juntos:
– Óscar Valle Portilla cobra $44,358 al mes.
– Ricardo García Rojas Flores recibe $59,560 al mes.
– Rodrigo Portilla Díaz se lleva $68,338 al mes.
– El total entre los 3 da $172,256 mensuales, por lo que tendrían que pasar más de 290 meses (24 años) para poder juntar esos 50 MDP (asumiendo que no gasten en absolutamente nada más durante esos meses y sin tener que pagar intereses)
Inevitablemente, esto levanta sospechas sobre el origen de los fondos con los que pretenden financiar el proyecto, especialmente porque ya hay maquinaria y personal trabajando en él desde hace varias semanas. Como si esto no fuera suficiente, también se teme que estén llevando a cabo movimientos para desviar recursos públicos, debido a que habitantes de comunidades cercanas han visto dentro del terreno las boyas de la millonaria ciclovía de la avenida Himno Nacional, así como varias camionetas pertenecientes al Ayuntamiento que llegan a descargar materiales de construcción.
El motivo por el que este asunto ha estado entre las tinieblas es porque la venta y el cambio de propietario del terreno todavía no se ha realizado como tal. Como los 3 inversionistas son funcionarios públicos, sería muy inconveniente para ellos hacer el traslado de dominio ante el Registro Público de la Propiedad, ya que estos trámites deben ser transparentes para la ciudadanía. Es por esto que hallaron una manera legal -pero escurridiza- para poder continuar con su ambicioso proyecto: firmando un contrato en calidad de “promesa de venta” a 10 años. En este contrato se acuerda que tienen el derecho a aprovechar, desarrollar y usufructuar toda la infraestructura en todo el terreno durante los próximos 10 años; una vez terminado ese lapso, deciden si realmente adquieren el terreno o si lo devuelven con todo y las modificaciones.
Como ciudadanos debemos estar atentos ante estas acciones, ya que a pesar de que tienen 10 años para hacer y deshacer libremente en el terreno, en sus cargos públicos actuales nada más les queda año y medio, y ninguno de ellos ha emitido un comunicado público explicando cuáles son sus planes con respecto a esta obra multimillonaria, lo cual genera aún más desconfianza sobre sus actos.