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Conflictos en la elección de autoridades ejidales en San Juan de Guadalupe: Una comunidad dividida

San Luis Potosí, SLP – La reciente elección del comisariado ejidal en San Juan de Guadalupe ha sacado a la luz profundas divisiones internas y tensiones políticas en esta comunidad, situada en las inmediaciones de la Sierra de San Miguelito. La elección, realizada hace poco más de un mes, culminó con la victoria de Aniceto Jasso, quien asumió el cargo de comisariado con una mínima diferencia de votos, lo que ha generado incertidumbre y conflictos dentro de la comunidad.

Carlos Covarrubias, activista de Guardianes de la Sierra, ha seguido de cerca los acontecimientos y describe un panorama complejo y fracturado. Según Covarrubias, la elección se decidió por un estrecho margen, con tres candidaturas principales que obtuvieron 70, 71 y 60 votos respectivamente. «Esta elección refleja una comunidad profundamente dividida, donde el nuevo comisariado no cuenta con un mandato sólido ni con un apoyo mayoritario claro», explicó Covarrubias.

Uno de los factores que ha exacerbado las divisiones es la histórica rivalidad entre los grupos de Carlos López Medina y Alejandro Tamayo, dos figuras clave en la política local. Covarrubias destacó que esta rivalidad no es solo política, sino que también está vinculada a intereses económicos, particularmente en relación con el proyecto inmobiliario Cañadas, en el cual López Medina fue destituido como presidente del consejo de administración en noviembre del año pasado.

La situación se ha complicado aún más con la reciente intervención del abogado Gustavo Barrera, quien ha demandado judicialmente al proyecto Espacios en el Horizonte y a la comunidad por falta de pago. Barrera, conocido por ser cercano a López Medina, ha solicitado que se haga una anotación marginal en los documentos básicos de la comunidad, lo que podría comprometer el territorio comunal en favor de intereses privados. «Estamos viendo un caso en el que los conflictos legales de empresarios están empezando a tener un impacto directo en los derechos y tierras comunales, lo cual es extremadamente preocupante», advirtió Covarrubias.

Este conflicto no es aislado, sino que forma parte de una lucha más amplia por la tenencia de la tierra en San Juan de Guadalupe, donde los intereses inmobiliarios han chocado repetidamente con los derechos de la comunidad y la preservación del medio ambiente. La elección de Aniceto Jasso, lejos de resolver estas tensiones, parece haberlas exacerbado, dejando a la comunidad en un estado de incertidumbre y división.

Covarrubias subrayó la importancia de este conflicto dentro del contexto de la lucha por la Sierra de San Miguelito. «Lo que estamos viendo en San Juan de Guadalupe es un microcosmos de lo que sucede en toda la región: una batalla entre la preservación de nuestras tierras y la explotación de recursos por parte de intereses privados», señaló. Este conflicto continuará siendo un tema de preocupación para aquellos que, como Covarrubias, luchan por la protección de la sierra y los derechos de las comunidades que la habitan.

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