La Leyenda de los niños emparedados de la Presa de San José

Dicen que niños fueron enterrados en las columnas de la Presa de San José en San Luis Potosí para que sus espíritus llorarán cuando la presa estuviera a punto de reventarse.

Aunque en muchas partes del país incluyendo el estado de San Luis Potosí, se dice que cuando se construían edificios granes y sobre todo represas, eran usadas cadáveres de personas en los cimientos para evitar que se derrumbara, sin embargo en este último caso se puede optar además por enterrar niños, ya  sea vivos o muertos (nadie sabe bien porque la crueldad) para que sus espíritus queden atrapados y así avisen a los pobladores cuando esta vaya a reventar.

Por otro lado, las obras de construcción de la presa de San José se iniciaron en septiembre de 1863. Concluidas en el año de 1907, fueron dirigidas por el ingeniero José María Siliceo. Esta presa construida por una sociedad de personas con alto poder adquisitivo así como el gobierno, remplazaría la presa de La Constancia, la cual era de una capacidad menor se había construido en el siglo pasado.

Sin embargo y a pesar de estar involucrados personas de la alta sociedad, lo esotéricos y el espiritismo estaba presente en las personas de esa época quienes preocupadas por la resistencia de la presa ordenaron que se hiciera todo lo posible para garantizar su durabilidad.

Algunos dicen que se le pago a gente muy pobre por los cadáveres de sus hijos, sin que se les dijera para que serían usados pero prometiéndoles que serviría para una causa noble, otras historias señalan que los niños estaban vivos y que podían ser de hasta cuatro años. A los niños vivos se les ponía en un hueco en las columnas, donde con dulces los mantenían calmados para poder encerrarlos con ladrillos.

Aparte de los niños, cadáveres de cualquier tipo se usaban en los cimientos de la presa para que esta resistiera y en caso de que no, los espíritus de los niños avisarán.

Se dice que solo una vez los niños han llorado, y está fue la noche del 14 de Septiembre de 1933, un día antes en la que la Presa de La Constancia se reventará y causara muchas muertes en la ciudad. Según pobladores cercanos se escuchaban en el aire gemidos de niños que inferían que la presa se reventaría, sin embargo nadie le prestó atención a esos sonidos sucediendo la tragedia el día 15 de Septiembre de 1933 cerca de las 11 de la noche.

Se cree que el emparedar niños es algo que se hacía desde hace más de 5 mil años y se han encontrado datos de esa práctica hasta el siglo XVII en Alemania. En México no se ha documentado mucho la verdad de dicho mito, pero se han encontrados esqueletos de personas enterrados en las paredes de varias casas y templos de más de 200 años, por lo que emparedar personas en una presa parece muy probable.

Una variante de este mito señala que el Diablo disfrazado de Ingeniero se aparece a los encargados de la construcciones de presas haciéndoles un trato de que sí entierran a modo de sacrificio niños en los cimientos de las paredes de las contrapesas, está durará mucho tiempo, trato a los que accedían muchas veces los encargados de su construcción.

Recientemente La Presa de San José la cual tiene más de 100 años de haber sido construida, presenta algunos problemas, pues grandes cantidades de lodo impiden que esta cumpla con su potencial de capacidad, pero quizá esto sea lo mejor para no retar las paredes centenarias de esta.

Actualmente cuando llueve mucho, es necesario abrir las compuertas de la presa constantemente para evitar que se desborde. El miedo de que esta se reviente ha aumentado en la población conforme pasa el tiempo. ¿Algunas vez se escucharán los lamentos de las almas jóvenes anunciado que La Presa de San José se reventará?

Leyenda original de Homero Adame:  https://mitosyleyendasdemexico.blogspot.com/2015/02/los-ninos-emparedados-en-la-presa-de.html

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