Estado

Potosinos toman el Congreso del Estado; Diputados huyen

Foto Héctor Guevara  – Texto: Carlos Garrigós / San Luis Potosí.- Diferentes voces y reclamos se escucharon este jueves en el Congreso del Estado, cuando grupos de frentes ciudadanos se manifestaron, pero también exigieron el alto a la corrupción y la impunidad.

 

 
Uno de los poderes donde debería residir de forma más directa la soberanía del pueblo, ha sido desnudado como un instrumento para lavar los actos delictivos de Ayuntamientos y Gobierno a través de una ola de denuncias y pruebas de los oprobiosos quehaceres de los legisladores.

 

 
Pocos diputados se salvaron del reclamo, la mayoría fueron increpados por las personas que les recordaban a cada uno sus faltas.
La sesión se llevó acabo pero los gritos y exigencia retumbaban en los muros que por muchos años encerraban la pestilencia de las mujeres y hombres que juraban defender los intereses ciudadanos. Sólo al final hubo un poco de paz, cuando se votarían las licencias de los cuatro diputados implicados y se leyó un pliego petitorio de parte de la ciudadanía, la cual exigía que todos los legisladores perdieran su fuero para que puedan ser juzgados.
Ratones intentando salir del barco

 

 

 
Como roedores intentando escapar del feroz y felino ambiente, uno a uno los diputados salían por la puerta trasera, donde ya los potosinos los esperaban para pedirle firmar y comprometerse a desaparecer el fuero, no sin antes hacer memoria de sus fechorías. Algunos diputados firmaron, otros más se mostraron renuentes y obedeciendo por primera vez a sus patrones, firmaron.
Sin embargo destaco una alimaña ausente de vergüenza, el diputado Manuel Barrera Guillen, el único de los cuatro que no ha solicitado licencia y que se aferra a su puesto, tuvo que escapar del látigo punitivo de sus patrones con un cebo. Una persona similar al diputado y disfrazado de él, fue usado para que manifestantes y medios lo persiguieran por la calle Manuel José Othón, mientras Barrera se burlaba de los potosinos escapando por la calle 5 de Mayo, como un autentico malandrín.

 

 
Un gran paso se dío – pese a la presencia de la Policía Estatal disfrazada de civil y al servicio no del pueblo sino de la delincuencia como comentan muchos – pues sin duda estos actos inspiraran para mantener el dedo en el renglón y que la ciudadanía comience a entender que la actual legislatura y cada uno de sus tristes integrantes, es un castigo a nuestra irresponsabilidad como ciudadanos de exigir, sin embargo el pueblo siempre tendrá la esperanza de cambiarlo todo si la voluntad permanece.

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