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Centenario del natalicio de Francisco de la Maza

Francisco de la Maza

 

 

* Este 7 de mayo se depositará una ofrenda floral en su memoria.

 

* Por la noche, charla sobre su importancia como historiador.

 

Al cumplirse el primer centenario del natalicio del historiador potosino Francisco de la Maza y Cuadra, este martes 7 de mayo, se depositará una ofrenda floral en el osario del Templo del Carmen en la cripta donde descansan sus restos mortales

 

Por la noche, en las instalaciones del Museo Francisco Cossío, el licenciado Enrique García Blanco ofrecerá la conferencia “Importancia de Francisco de la Masa en la Historiografía del Arte Novo hispano. Aportaciones metodológicas a la disciplina”.

 

Gracias a esas aportaciones, la mayoría de los investigadores de hoy, cuentan con las herramientas para acercarse a la iconografía y la lectura de la sermonaria novo hispana para reconstruir el objeto artístico, metodología ya de uso cotidiano en institutos de investigación. Francisco de la Maza y Cuadra, a través de su cátedra, sentó las bases para ello, además de formar a destacados discípulos; quizás la más notable, la doctora Elisa Vargaslugo Rangel, investigadora emérita de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Dentro de la obra escrita del homenajeado destacan sus Cartas barrocas desde Castilla y Andalucía (1963); sus estudios sobre El guadalupanismo mexicano (1953), que le reservan un lugar en la Historia del Arte; y se considera que otras obras, como Antinoo. El último dios del mundo clásico (1966), fueron meros divertimentos.

 

Francisco de la Maza y Cuadra nació en esta ciudad de San Luis Potosí en 1913, y falleció en la Ciudad de México en 1972, y se distinguió como historiador, investigador y académico especializado en la historia del arte novo hispano, e incursionó en el estudio de algunas otras corrientes como el Art. nouveau, y la literatura clásica.

 

Realizó sus primeros estudios en esta su ciudad natal y en la ciudad de Puebla. Posteriormente se trasladó a la Ciudad de México, donde ingresó a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México para cursar la carrera de historia.

 

En esta época conoció a su amigo Justino Fernández, y fue discípulo de Manuel Toussaint, quien le invitó a integrarse al Instituto de Investigaciones Estéticas. Impartió clases en la UNAM y en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, además de que fue miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y miembro de número de la Academia Mexicana de la Historia, a la cual ingresó en 1965 para ocupar el sillón número seis.

 

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