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Camerata de San Luis concertó en memoria de Miguel Ángel Morales

Ofreció una corta temporada de cuatro presentaciones.

“Una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada”: MAMM.

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Con una corta temporada de conciertos, la Camerata de San Luis rindió un homenaje a la memoria del destacado músico Miguel Ángel Morales Martínez, recientemente desaparecido, quien fuera integrante de diversas agrupaciones orquestales, entre ellas, la propia Camerata.
La temporada en mención se desarrolló los días 4, 5, 6 y 7 de diciembre anteriores, en las instalaciones de los museos Federico Silva; del Virreinato; Francisco Cossío; y en el Ex Convento de San Agustín, respectivamente, escenarios que se han convertido en las principales sedes donde la Camerata de San Luis comparte su música habitualmente…
Para esta temporada fueron preparados dos programas diferentes, y uno de ellos estuvo integrado por la Suite de Abdelazar (La venganza del moro) de Henry Purcell; Concierto Grosso en sol menor op. 6 no. 8, Fatto per la Notte di Natale (Concierto de Navidad); y Concierto para 2 violines y orquesta de cuerdas en la menor Óp. 3 no. 8 RV 522, de Antonio Vivaldi, obra en la que se contó con la participación de José Antonio Rincón y Essel Vélez Flores en calidad de solistas.
Durante el concierto ofrecido en el Museo Francisco Cossío, del pasado viernes, la familia del Miguel Ángel Morales Martínez estuvo presente, y el director del ensamble orquestal, maestro Julio de Santiago, leyó un mensaje de la hermana del fallecido músico, quien se destacó como ejecutante del violín
Dentro del mismo, en memoria del homenajeado se recordó una de sus frases en la que señala: “Una vida dedicada a la música es una vida bellamente empleada, y es a eso a lo que he dedicado la mía”.
Asimismo se memoró que su amor por la música nació desde muy pequeño, pues a los 7 años mostraba una afición, talento y habilidad inigualables para un niño de su edad, pues ya podía discernir qué notas musicales sonaban con sólo escucharlas, aún y sin tener aún una formación musical, ya que fue hasta los 9 años cuando inicio sus primeras clases formales-
La vida para él no le resultó nada fácil y a los 11 años ya participaba en un grupo de mariachi, de donde por muchos años obtuvo los recursos para él y para su familia, mientras tanto continuaba con sus estudios musicales.
Curso estudios de licenciatura de música en Bellas Artes, y su amor por la música lo llevó cada día a prepararse más y más.
Dentro de su formación a maestros eminentes de la viola y el violín, como la maestra Martha Villalpando, quienes coincidían en resaltar que su don por la música era algo único.
Miguel Ángel formó parte de la orquesta de Monterrey, viajó por Europa y otras partes del mundo y formó parte de la Orquesta de Cámara hoy Sinfonieta de la UASLP, y volvió a tocar con excelencia y maestría la música de mariachi, música clásica y huapangos, de una manera en la que pocos músicos logran combinar esos tres estilos, con un toque inigualable.
Finalmente, en voz del maestro Julio de Santiago se recordó que el corazón de Miguel Ángel Morales “evocaba música que siempre llevaremos en el corazón, y nos hará esbozar una sonrisa de bondad. Su esposa, hijos, familiares, amigos y compañeros le brindamos nuestros honores y le decimos desde el corazón: Tu música sigue sonando desde el cielo, y nuestro corazón, alma y espíritu, la escucharán todos los días”.

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