Bajo el resguardo escénico «Arbolada » de Tatiana Zugazagoitia.
In Memoriam a Eduardo López Lemus.
Por: Roberto A. Valenciano Capín
Son de estas ocasiones que pocas veces se suscitan, el dejarte sin cortapisas llevar, disfrutar y hacerte parte de esta travesía propuesta por Tatzudanza bajo la dirección de la coreógrafa Tatiana Zugazagoitia titulada » Arbolada».
Una obra puntual con una carga poética tanto en movimiento como en su discurso dramático aunado a la idea de mezclar sus disciplinas para crear una sostenida y precisa pieza en conjunto.
En donde todo gira en torno a el árbol como símbolo de estabilidad y fragilidad, de lo eterno y de lo efímero, siendo así el punto de encuentro de la bailarina y coreógrafa Tatiana Zugazagoitia con el poeta Aurelio Asiain fue estrenada el 23 de agosto pasado en Mérida, Yucatán.
Al compartir la experimentada bailarina y hacer participe de este enamoramiento no solo con los árboles, sino desplegar con tal puntualidad y poner con tal claridad y equilibrio estas dos formas paralelas pero comunicantes del estar y de ver este mundo compartido de energía que fluye de los cuerpos en movimiento, fuerza que se transforma en un todo simbólico que nos refiere a expresiones inconmensurables del cosmos.
«El árbol no se puede quedar en un solo lugar».
Como lo comentó en estas charlas que se hacen después de la funcion, todo partió por el conocer y el inmediato enamoramiento con los flamboyanes, cuando los vio por primera vez en la isla de Saipán y después los reencontraría en Mérida, ciudad a la que se mudó desde su natal Distrito Federal hace 10 años.
La calma impera en el escenario como en un jardín Zen a pesar del bulllicio en la sala. El telón de fondo blanco inmaculado destaca la presencia de un pequeño árbol sin hojas, su plena desnudez- amarres de alambre-.
Tatiana de negro. Sentada a un costado del árbol. Una serie de miradas entorno a él. Se deja oír música bajo la complicidad de esta juguetona nube que pasan al ser proyectada sobre el fondo blanco.
Su danza-r se estructura en una gran fluidez, armonía de movimientos con la virtud y el oficio de la complicidad de compartir el vivir aquello que mira. Se vuelve en una entidad al pasar con tal sutileza de la pasividad-quietud a las más variadas formas, ritmos y emociones.
Al irse convirtiendo en esta raíz, tronco, rama va creciendo vigorosa de florecientes hojas y ser cobijadas por el ritmo demarcado por la poesía de Asiain e incidir en la juguetona quietud o ser mecida por este sutil viento.
Es de destacar que a pesar de no ser una historia lineal, da esa pertinencia de creación de la misma de quien se enloquece por los flamboyanes en flor, escudriña y logra prolongar y propalar sus marismas de aromas- depurada poética en movimiento-, su pasión a través de la sencillez del lenguaje de la obra, la cual radica, precisamente, una reflexión ahora compartida entorno a la complejidad de la reflexión acerca de la existencia misma.
Pero lo interesante es que este viaje se prolonga en este pequeño libro-memoria del espectáculo dancístico creada exprofeso para la ocasión con la espléndida poesía de Aurelio Asíain, fotos de Eduardo Cervantes y el diseño gráfico de Mina Bárcena.
De ahí que este escenario del Teatro Armando Manzanero se pintó bajo el incandescente sortilegio cromático y de aromas de estas flores de jacarandas en crescendo desde estas tierras yucatecas.
Una noche de magia y de naturaleza hecha movimiento en esta XIX Festival Nacional e Internacional de Danza Contemporánea Oc´- Ohtic ( lo bailamos, lo danzamos), esta edición es como tributo al Mtro. Eduardo López Lemus.
Arbolada es un proyecto apoyado por el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales. Tatiana Zugazagoitia es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, FONCA