Falleció Enrique Galindo Lozano, pionero del Teatro en San Luis Potosí

Fue fundador del grupo de teatro del IPBA.

Fue generador de grupos y generaciones teatrales.

“El Maestro Enrique Galindo Lozano fue un actor completo, que vino a San Luis Potosí a enseñar lo que es el teatro, al que siempre le demostró su respeto, su amor y su pasión, y al que dedicó su vida”.
Ese es el recuerdo que aún guarda la directora del Ballet Provincial del Instituto Potosino de Bellas Artes, Carmen Alvarado, de quien fuera su maestro y amigo por más de 53 años, y quien además fuera generador de varias agrupaciones teatrales y muchas generaciones de actores, lo que lo identifican como el pionero del teatro actual de San Luis Potosí.
A unas horas de celebrar el aniversario número 50 del citado ballet, la maestra Alvarado recordó haber conocido al licenciado Galindo unos 3 años antes de que iniciara esa agrupación dancística, toda vez que con él conoció y se deslumbró con el ambiente del teatro y el arte en general.
Asimismo Carmen Alvarado comentó que después de haber ingresado al grupo de teatro de Bellas Artes, fundado por el maestro Galindo, se decidió a trasladarse a la ciudad de México para estudiar ahora en el Instituto Nacional de Bellas Artes, donde se dio cuenta de la amplia sapiencia de su mentor teatral, que ya había echado raíces en San Luis Potosí.
En la Ciudad de México, dijo, comenzó a recibir materias como teatro clásico, teatro griego, maquillaje y dicción, entre otras, impartidas a razón de una por maestro, mientras que en su lugar de origen todas eran impartidas por el maestro Galindo.
Más adelante comentó que si bien la pérdida física de Enrique Galindo Lozano ocurrió el martes 20 de mayo, la pérdida del teatrista se registró hace unos cinco años, desde que se alejó totalmente de esa actividad, que para él era algo muy diferente a lo que hoy se practica, que desde su punto de vista es muy improvisado y falto de una adecuada preparación.
Sobre las mejores acciones del maestro, Carmen Alvarado consideró que destaca el haber infundido el amor y el respeto hacia el teatro en muchas generaciones de jóvenes de San Luis Potosí, para que se convirtiera en un semillero de ese arte, que lo mismo lo hacía dentro de una sala de teatro, que en el más pequeño rincón.
Respecto a este último comentario, la maestra Alvarado recordó que en una ocasión, al festejar su cumpleaños, en la propia sala de su casa recibió un gran regalo de su primer maestro de teatro, quien presentó con su compañía la obra de teatro La Cuerda, por lo cual en ella ha dejado un buen recuerdo, al igual que en decenas y decenas de jóvenes que junto a sus enseñanzas abrazaron el mundo del arte.

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