Miguel Donoso, el antes y después de la literatura potosina
El literato, fallecido este lunes, abrió aquí nuevos caminos en la materia.
El escritor Armando Adame recuerda el paso del ecuatoriano por SLP.
La mejor obra de Miguel Donoso Pareja en San Luis Potosí es haber sido un excelente formador de toda una generación de escritores, y hacer que las experiencias de su taller se volcaran hacia otros sitios de la República.
Es así como el escritor Armando Adame Domínguez resume el paso del escritor ecuatoriano por San Luis Potosí, para quien es indudable la valía como escritor, de este ecuatoriano universal, fallecido este lunes 16 de marzo en Guayaquil, su ciudad natal.
Sobre la literatura potosina, el entrevistado aceptó que se podría hablar de un antes y un después de Donoso, y recordó que antes de la llegada del ecuatoriano a San Luis Potosí, la generación de los años 50 fue muy importante, – sin menoscabar a Dahuajare y Peñalosa -, “porque teníamos un enfrentamiento ideológico diferente con las letras; de ruptura con la tradición, y Donoso fue esa vía para encontrarnos con la literatura hispanoamericana”.
Para quienes estuvieron en su taller literario, ello representó “el descubrimiento de un manera más profesional y vital de encarar el ejercicio de la literatura, profesional; del enfrentamiento serio y a fondo con el hecho literario”.
Adame Domínguez recuerda que para quienes convivieron con Miguel Donoso, fue una experiencia vital asumir la literatura como una forma de vida, “pero también como una dificultad adquirida, alejados del facilismo. Con responsabilidad, conocimiento del idioma y con rigor para armar el texto. En resumen, tomando esta actividad como un enfrentamiento serio con el hecho literario.
Es así como la presencia de Donoso Pareja constituye un parte aguas en la literatura regional, y de la relación de los escritores de provincia con la literatura.
Sobre el taller regional San Luis-Aguascalientes, Armando Adame hace memoria y señala que y San Luis operaba dos veces al mes, y una vez a la quincena se realizaba en Aguascalientes y a la siguiente se realizaba en San Luis Potosí; originalmente acudían escritores procedentes de Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas. Posteriormente Donoso se fue asentando más en San Luis Potosí, porque aquí hacía un seminario de crítica e incluso llego a vivir aquí uno o dos años, antes de regresar Ecuador.
De esa experiencia de taller surgieron escritores como David Ojeda; Alberto Enríquez; Mario Alonso; Laura Elena González, Armando Adame; Miguel Ángel Aguilar; César Porras; Carlos Guerrero; Enrique Márquez Jaramillo; e incluso Félix Dahuajare se incorporó al taller, “quien era ya un poeta con trayectoria, y una vez terminada su gestión como presidente municipal, tuvo una actitud creo de gran humildad, se incorporó al taller como un aprendiz más”, pese a que era uno 15 años mayor que Miguel Donoso.
Luego vino una segunda generación, y muchos de los talleristas iniciales coordinaron nuevos talleres en otros Estados, como es el caso de David Ojeda, quien estuvo en Ciudad Juárez y tuvo como alumnos a los poetas Jorge Humberto Chávez, y Joaquín Cossío, ahora ampliamente conocido como actor.
De esta forma el taller de Donoso Pareja fue una experiencia piloto que irradió a diferentes lugares del país y la presencia de algunos nombres de potosinos en la literatura nacional, se debe al impulso y aprendizaje adquiridos en el taller de la entonces Casa de la Cultura, a donde también invitaba a venir a sus alumnos de la ciudad de México, donde trabajaba un taller de narrativa en la UNAM
Es por ello, que Juan Villoro, uno de los grandes escritores del país hoy es amigo de escritores potosinos, “porque se le conoció como alumno y se le guarda un especial afecto y reconocimiento, semejante al que nosotros guardamos a Donoso Pareja, para quien el respeto a la literatura fue una cuestión vital, asentó finalmente.