Todos somos Centro de las Artes, menos tú
Cuando trabaja uno entre la porquería, corre el riesgo de infectarse de algo. Claro, la paga es buena y no nos preocupara hasta que algo nos dañe la integridad.
Por Carlos Garrigos .- Con integridad no pienso en la honestidad, valor y ética como podría confundirnos la palabra, si no la salvaguarda de intereses propios que aunque no se cumplan todos, por lo menos los más importante. A esto me refiero que no importa si uno se ensucia y es incluso vejado, basta con algunos billetes para lavarse las penas.
¿Pero qué pasa cuando? La corrupción que no solo he permitido, atestiguado e incluso creado me carcome. Pues me indigno, porque todos pueden ser atropellados menos yo. Eso puede entenderse, en la naturaleza hay quienes se andan, otros que vuelan y claro los que se arrastran.
No me sorprende en nada el movimiento #TodosSomosCEART, de hecho es el reflejo del trabajo mediano de más de 6 años desde que se inició la creación del Centro de las Artes. Había (y aun hay con rareza) buenos elementos dentro de las filas “burocráticas” de este lugar, lo demás pues solo piedras que se amontonan para hacerte perder el tiempo en pensar cual es su uso útil.
No me mal interpretan, no es “burocrafobia” o una cuestión personal, la ineptitud de la parte administrativa de este lugar es ya bien conocida desde hace años, requisito en México para ocupar estos puestos. El problema es que la rebelión de Gódinez resulta vomitivamente risible, pues ahora huyen como las ranas del estanque de Esopo temiendo ser devoradas por la garza.
Los excesos de Magdalena Mas (y de su predecesora Déborah Chenillo) no son ocultos, y ahora la pasividad o incluso complicidad de Xavier Torres Arpi tampoco sorprenden, lo que ha vuelto un mal chiste todo esto es que parte de la maquinaria que ha sido servil para que la corrupción en el Centro de las Artes se vuelva el estandarte con el que lo reconocen quien en ámbito andamos, ahora despotrican contra la mano que le aventó migajas.
#TodosSomosCEART, no tú el artista, no tú el maestro, no tú el visitante, solo quienes trabajan y se esfuerzan día a día para tener operando un lugar dedicado al arte aunque a veces no exista artistas, maestros o visitantes (el cada vez menos visitado lugar).
Alguien por ahí me comentó que en la última junta de gobierno en la que se tenía resolver el liquidar a personas (no burócratas) en las que se les debía hasta 7 meses, la parte administrativa preocupada por no conseguir el presupuesto (que raro, ese dinero ya estaba presupuestado, ¡¿En que se lo chingarón?, así, en hacer eventos relumbrón para tapar el ojo al macho) una vocecilla señaló que el consuelo era que al menos el trabajo de los Gódinez estaba asegurado. Así es amigo lector, la prioridad es esa, y entre paréntesis le podremos poner entonces “El Centro de los Administradores de San Luis Potosí”.
Pero no importa, el artista al cual está dirigido el CEART y reafirmado por el Decreto de Creación de este lugar puede aguantar. Bueno claro hay algunos pobres diablos que por dignidad o libertad huirán de este lugar para desarrollarse en otros lados más sanos, siempre habrá medianos que por unos pesos pueden llenar esos espacios, que sin duda alguna gracia deben de tener, aunque se vean sobajados por centavos , eso que mientras sueñan con el oro se vendan por el cobre. Por otra parte admiro a las pocas personas que están atrapadas en ese mundo, quizá los últimos bastiones de la dignidad en el lugar, ellos saben en su interior quienes son, (los de afuera también), no hace falta mencionarlos.
Para no prevaricar más, les platico que la semana pasada en la sublevación de Gódínez, un amigo periodista me informó sobre lo acontecido y me reclamó el no haberle informado – ¿Qué? , yo no sé nada, no sé qué pasa – a lo largo se aclaró todo y resulto que efectivamente habrían despedido 4 personas (yo había contado 3) hasta el momento, una de ellas que yo conocí y es de quien puedo garantizar que su trabajo siempre fue excelente, además de hacerlo con esfuerzo por lo que me negaba a creer que fuera despojado de su trabajo, bueno sí, si esto significará meter más gente de Magdalena Mas para cumplir con su misión.
Pero el cuarto me hizo escupir la leche por la nariz, era la mismísima primera dama David Bear, entre los periodistas de la fuente cultural comenzó la comidilla mañanera y es que claro bien sabíamos que esta persona siempre ha sido un peón clave de la corrupción en ese lugar. Esta persona es la que avaló desde Déborah Chenillo la oprobiosa idea de rentar al CEART como salón de fiestas, no sólo eso, él mimos uso a beneficio propio recursos humanos y materiales, el espacio para realizar sus fiestas. ¿ Estará usando a los trabajadores para defenderse ?, es creíble que está haya sido una de las mañas aprendidas de su maestra, pues fue ella quien en bloque uso a los mismos para establecer parte del actual bloque político que gobierna Secult.
Bueno eso es cosa que a algunos no nos importa, nos debería importar de hecho, pero es a la ciudadanía quien realmente le debería importar más, pero eso es ya un causa de momento perdida.
Finalmente para terminar esto les comento que los «Gódinart» iniciaron el movimiento #TodosSomosCEART, pero han aclarado que son sólo ellos y son ajenas a otras situaciones “políticas”, porque solo es irregular cuando les dejan de pagar una quincena mientras por años fueron testigos del hambre de otros por hasta 8 meses. Porque solo es necesario reclamar los derechos laborales propios del sindicalismo aunque esto signifique a la larga el mantener la incompetencia y no los derechos culturales ya no de los artistas, si no de los ciudadanos .
Y es que claro no quieren estar del otro lado, quieren estar del lado ganador, de hecho no les importa que sus compañeros hayan sido corridos, durante los años ha habido diversos despidos injustificados, pero estos no eran necesarios defenderlos, todo lo contrario, de ser necesario incluso a testiguar con falsedad bajo petición de la propia Secult en contra de ellos en un laudo laboral para enterrar y así mostrar su lealtad al sistema (es enserio, y hasta tengo las pruebas) .Pero ahora que ven que la maquinaria no necesita un cambio de aceite si no un cambio de engranes, saltan indignados pues sienten que no haber sido tan malos esbirros.
Por eso me parece correcto el que ellos mismos hagan esa división y aunque usen el populismo salinista revolucionario, que se conozca que algunos no luchamos para regresar después de negociar en rodillas con Secult algunas migajas extra, si no por los nuevos que puedan entrar y no sufran lo que vivió uno – total ahora al confirmar la sospecha del nido de hipócritas que habita, menos ganas dan de regresar – y dignificar un poco este lugar alimentado del impuesto ciudadano.
Esta bien que se engañen, pero ya no pueden engañar a los demás.Solo recuerden a quienes les sirven (a los ciudadanos) y a quien realmente le sirven , y al parecer ya ni para eso sirven. Que mal, sin dignidad y ahora sin trabajo.
Gracias amigo lector por su atención, entre revelaciones o perogrulladas, si algo no le embona o cree que quedé chico, le invito a hablar en favor o en contra, pero no quedarse callado, «nunca más».
Actualización: Me informan que siempre bien David Bear no se fue, quizá por que se logró mover políticamente bien, por algo tiene a sus familiares operando en varias lugares de Secult. Aunque el que esté o no, es lo de menos de está humilde columna.