¡La medalla de Julían Carrillo es de chocolate!
La medalla que entregaron a Julián Carillo en 1958 fue extraviada por la Secretaría de Cultura, aunque realmente fue robada sin que se sepa quien fue.
Por Carlos Garrigos.- La Secretaría de Cultura bajo la administración del Ing.Xavier Torres Arpí abría anunciado entre otros proyectos, la creación del Centro Julían Carrillo. Un lugar que estaría destinado a la difusión del legado del potosino, el cual incluiría sus partituras, estudios, anotaciones, propiedades personales e instrumentos.
Los objetos fueron entregados por familiares directos de Julián Carrillo a la Secult, entre ellos se encontraba una medalla entregada a Carrillo en Bruselas por sus importantes avances en la ciencia y el arte.
De acuerdo con la investigación realizada por el periodista Francisco Acosta, la medalla habría desaparecido hace cuatro años de su resguardo en el Centro de las Artes. La administración de ese entonces bajo la dirección de Déborah Chenillo no informó de esta perdida.
Lo alarmante de todo esto es que supuestamente solo existía una llave para poder abrir la puerta en donde se encontraba al resguardo. La investigación dio luz en el mes de Febrero a través del sitio Código San Luis. Esto conmocionó a la comunidad artística, el propio periodista quien se entrevistó con familiares señaló que ni si quiera ellos sabían de lo sucedido hasta mucho tiempo despúes y que efectivamente se trató de una extracción.
La Secult anunció que emprendería acciones penales contra el ladrón, por lo que existía ya una averiguación previa, sin embargo hasta el momento no se sabe nada de la medalla, ni un solo rumor.
Lo lamentable no solo es la perdida, si no el despreció del propios Secretario de Cultura por el tema y el objeto en sí. Con anterioridad ya se había referido a está reliquia mexicana como un objeto sin valor, algo así como una simple hoja de latón.
Wikipedia indica que la medalla está constituida de oro, sin embargo realmente solo se trata de una medalla de bronce que si bien cierto no representa un valor monetario por el material, tiene un valor incalculable por lo que representa.
Durante la inauguración del incompleto Centro Julián Carillo, a Torres Arpí se le preguntó sobre si había ya información de la medalla perdida. El señaló nuevamente que dicha medalla no debería ser centro de atención de “la nota” pues volvió afirmar que esta no tenía valor.
¿sí está no tiene valor alguno, porque robársela? Me pareció una pregunta muy lastimosa, es decir, yo aceptaría dicha declaración muy desafortunada y en público de alguien como el Procurador, algún Diputado o representante del Ejecutivo. Entender que ellos no dimensionan el valor cultural versus el valor material, pero que el rector de la cultura en San Luis Potosí, hable así de parte del patrimonio es algo preocupante.
Si mantuviéramos toda esa lógica, entonces no habría razón de preservar muchos de los objetos que han forjado nuestra historia, bien las figuras, estatuas y monolitos de Tamtóc, podrían dejarse al olvido, permitir que los ingenuos extranjeros las saqueen, ya que finalmente son solo piedras y tierra. El tirar por la ventana todos aquellos oleos que resguarda el Museo Francisco Cossío, en los que se encuentran importantes pinturas de potosinos o episodios de nuestra historia. Incendiar los vagones del Museo del Ferrocarril o bien destruir parte de las fotos que fueron donadas por el grupo de Imágenes Históricas de San Luis Potosí, en donde incluso aparece su familia, pues son simples pedazos de papel sin color. Así muchos ejemplos.
Quisiera pensar que fue un error por minimizar como siempre lo ha hecho los problemas que han surgido en su administración. Pero una segunda respuesta ante la prensa así de desafortunada hace pensar que existe un velado desprecio por Julián Carrillo. A menudo le vemos incomodo o sin atención a la obra del potosino, mientras la Camerata tocaba obra de Carillo, tan solo a unos minutos de iniciar se paró y no regreso hasta el final. Igualmente sucedió en otro concierto donde se presentó obra de Carrillo. Cuando Angelos Quetzalcoatl visitó San Luis Potosí, ofreciendo un concierto de guitarra microtonal en la que también interpretó obra de Julián, en presencia de todos le indicó que él podría ayudar a crear una escuela microtonal para elevar el nombre de San Luis Potosí, advirtiendo que extranjeros ya nos llevaban la delantera e incluso basándose en obra de Carrillo. El secretario ni siquiera respondió y solo se limitó a ver la guitarra modificada de Angelos como una simple curiosidad.
El Secretario que ni si quiera es de San Luis Potosí, poco atendió en rescatar el patrimonio potosino, el famoso “Orgullo por lo tuyo” solo fue una pantalla de humo. Se dedicó además de descuidos, en alimentar su visión de la cultura con costosos proyectos de ópera que no responden a la demanda social potosina y crear proyectos de orquesta juveniles que si bien son una de las mejores cosas que ha realizado como parte de la descentralización, el forma parte y preside de dicho patronato ( ¿hay que pensar mal y acertaremos?) ese es tema para otro día.
Finalmente Mauricio Gómez Aranda, Director de Organismos Descentralizados al menos fue más inteligente y en entrevista indicó “si yo supiera quien la tuviera, ya le hubiera …” y como no, independientemente si hay interés o no en la medalla, por lo menos por orgullo como funcionario el que dicha perdida trajo consigo un costo político sin aparentemente tener algo que ver.
De la medalla no se sabe nada, y quizá no habrá una intención de encontrarla si la o el próximo Secretario (a) de Cultura lo siga viendo como de chocolate. ¿Por qué de chocolate? Así como las monedas de dulce o como los niños dicen (“él es de chocolate”), sin valor.