Con danza se manifiestan frente de la Secretaría de Cultura

Por: Eduardo Ilich. (Especial) /Foto: Héctor M Guevara // Este problema se veía venir, recordemos un mes atrás cuando un grupo de profesores solicitó al Congreso del Estado, para ser más precisos a La Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología que preside el Diputado José Ricardo García Melo, que se etiquetara una parte del presupuesto a cultura para mantener los programas del Área de Artes Escénicas que contempla Danza y Teatro, no obtuvieron ningún resultado, pues el diputado los envió a otras comisiones que nada tenían que ver, días después, recurrieron al Secretario de Cultura Armando Herrera quien ofreció mediar una reunión entre la Directora General del Centro de las Artes, Laura Elena González, y los profesores, dicha reunión nunca se llevó acabo; la reestructuración no sólo afectó a las y los alumnos sino a quienes imparten las materias, reducción de horas, una planificación que no tiene pies ni cabeza.

Existe otro antecedente que nos puede ayudar a entender otra parte del conflicto, a la salida del Subdirector de Artes Escénicas, Eleno Guzmán, quien dio la sorpresa al brincar como directivo del Centro de Producción de Danza Contemporánea (CEPRODAC), dejó bien amarrado a su sustituto, las y los profesores del área de escénicas desde el mes de mayo del año pasado hicieron varias propuestas para democratizar la elección al cargo de Subdirector, fueron varias las solicitudes pidiendo participar y dejar que las y los docentes votaran a su candidato, fueron dos los perfiles que se mencionaban y que contaban con el conocimiento del área, Alejandra Mendoza, coreógrafa y Martha Aguilar, actriz, las dos con una amplia trayectoria y experiencia en su área.

Al final la profesora Alejandra apoyó el perfil de Martha, acompañado del apoyo de los docentes, no existió ninguna respuesta por parte de la dirección de la institución ninguneando a quienes se dedican a formar a los estudiantes, a pesar de que el Secretario de Cultura estaba enterado, se les negó en todo momento el diálogo.

Para el mes de septiembre, se dio a conocer la noticia, el sucesor de Eleno Guzmán al cargo de la Subdirección, era su amigo, Jaciel Neri, un bailarín conocido en el medio dancístico local, por suplantar con una compañía ficticia en un festival a los bailarines de la entidad; a su llegada se anunció que el nuevo subdirector traía consigo un proyecto para el área que hasta la fecha no se conoce.

Es bien sabido que no fue bien recibido por la comunidad de docentes, a quienes en repetidas ocasiones minimizó sus actividades en la institución, a pesar de contar con profesores que tiene más de 30 años formando bailarines. Una vez más el Centro de las Artes vuelve a dar de que hablar, se repite la misma dinámica en que a las y los potosinos se les tiene que decir cómo realizar su trabajo desde afuera, una vez más se les ningunea, una vez más encontramos la vieja costumbre del amiguismo, de los acomodos; pero el problema va más allá, parece que en la política cultural, se gestó una casta burocrática intocable, a la que se le ha olvidado que son servidores públicos, que sus salarios y prestaciones salen del erario público, valdría hacer las preguntas: Qué ha cambiado en las distintas direcciones de la institución, qué hay de diferente entre una directora y otra.

Se necesitan más líneas para expresar las irregularidades por las que se destaca esa institución, los pagos atrasados a los docentes, el maltrato a los trabajadores, los oídos sordos de los funcionarios a los reclamos de las y los estudiantes ante el desmantelamiento de las áreas. Aplaudimos que las y los estudiantes, profesores y padres de familia, exijan la actuación inmediata del Secretario de Cultura, a pesar de los intentos por parte del Subdirector por desmovilizarlos con llamadas y mensajes ofreciéndoles un programa que no tiene pies ni cabeza, y que sólo demuestra la desesperación por ocultar la falta de planeación, por último, cabe mencionar que en este momento cuando el país está en crisis por el aumento a los combustibles, a la canasta básica, y que se refleja en el descontento de la gente, los funcionarios públicos debería ser más prudentes, no hacer oídos sordos ante los reclamos de sus sociedad porque no se sabe el día de mañana, de qué lado va a caer la moneda.