Cineteca Alameda, la presta nombres de la Secretaría de Cultura
Para nadie fue un secreto que la llamada Fiesta Internacional del Cine en San Luis Potosí, celebrada del 21 al 25 de septiembre de 2016 en el Centro de las Artes, fue un mero capricho de particulares que pudieron valerse de sus influencias en el Gobierno del Estado para que el secretario de Cultura, Armando Herrera Silva, accediera a realizar un evento que no aportó beneficio alguno a la comunidad potosina pero que sí representó un gasto considerable para el erario público.
Con bombo y platillo se anunció la Fiesta del Cine pero una vez que concluyó no hubo una sola secuela positiva, nunca más se volvió a tocar el tema y ni pensar en que se llevar a cabo una segunda edición, de hecho, según las declaraciones del propio Armando Herrera, para este año se tiene contemplada la realización de un ciclo de cine en la Cineteca Alameda, de esos que hay a cada rato, para sustituir la pomposa fiesta.
Y a propósito de la Cineteca Alameda, resultó extraño que un evento relacionado directamente con el Séptimo Arte, como lo fue la Fiesta del Cine, no se celebrara en la Cineteca, un espacio destinado, desde su creación, a la promoción y divulgación de esta disciplina (entre otras cosas, claro está). ¿Cuál habría sido el motivo por el que Armando Herrera prefirió tomar otra sede?
Varias versiones sostienen que, en el papel, la Cineteca Alameda fue la sede de dicho evento y que fue ésta, por medio de su director, Mario Candia, quien realizó las gestiones necesarias para obtener los recursos desde la Federación y el mismo Estado, sin embargo, como todos sabemos, la realidad es que a la Cineteca no le tocó ni la mitad de la Fiesta del Cine pues los eventos fuertes y la gran parte de la programación se llevaron a cabo en el Centro de las Artes.
Dicen, y tiene mucha lógica, que la intención de convertir al Centro de las Artes en la sede principal atiende a la intención de aparentar que dicho recinto sigue siendo de utilidad para los potosinos, lo anterior, ante la pésima administración que ha encabezado Laura Elena González en la que, por más se le busque, no hay un solo hecho digno de reconocimiento.
Sin embargo, en este hecho, que pareciera no tener gran relevancia, surge el detalle de que si fue la Cineteca Alameda quien gestionó los recursos y si es así como consta en la documentación, la Secretaría de Cultura (y todos los involucrados) incurrieron en una irregularidad que pudiera ser sancionada ya que cierta entidad solicitó recursos para realizar un evento que al final no hizo, ya que fue un tercero quien terminó celebrándolo. En otras palabras, la Cienteca Alameda se convirtió en la «presta nombres» de Armando Herrera.
Queda muy en claro que la Secretaría de Cultura sigue improvisando sus actividades y que navega a la deriva al no tener un plan de trabajo establecido, de lo contrario, sería innecesaria la comisión de irregularidades como la antes referida o se tendrían resultados tangibles… ¡Vamos! simplemente, ya se estaría planeando una segunda Fiesta Internacional del Cine.