El Lila López será un festival sin protocolos, dice el Gobernador
En un evento malamente improvisado y en medio de un grupo de paleros, la tarde de este miércoles se presentó la XXXVII edición del Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López, sí, el mismo que otrora era grande y convertía a San Luis Potosí en la capital latinoamericana de la danza, ahora convertido en un evento que pasa sin pena ni gloria y cuya programación va en picada ante la nula operatividad del funcionariade que dice laborar en la Secretaría de Cultura.
Con más de una hora y media de retraso dio inicio el accidentado evento; a manera de pasatiempo se proyectó un video para que se entretuvieran los asistentes reunidos en el Teatro Polivalente del Centro de las Artes; la mayoría de ellos bailarines y funcionarios, sin embargo, una vez que el gobernador arribó al lugar, a la brava, se interrumpió el video para poder recibir al mandatario con aplausos.
Tras otro video y una breve presentación dancística, Armando Herrera tomó la palabra para presumir logros inexistencies; entre otras cosa, presume la reincorporación de concursos como el de pintura, el de fotografía y la competencias de solistas cuando fue él mismo quien los eliminó del festival. Dijo, otra vez, que le están apostando a la parte académica, sin embargo, apenas serán cuatro clases magistrales y cuatro talleres.
Luego el gobernador tomó la palabra. En uno de sus clásicos discursos, de esos que no dicen mucho y que le dan la vuelta al mismo punto, afirmó que el Lila López será un festival sin protocolos y que le estará apostando a la recuperación de esos años de gloria y grandeza. La manera más sencilla de devolverle la grandeza a este festival sería sacar de Secult a Armando Herrera y a su equipo que, ya varias veces, evidenció no tener la menor idea para realizar este tipo de actividades.
Todavía no empieza el Festival pero, ante la falta de promoción y la nefasta estrategia publicitaria que está implementando la Secretaría de Cultura y el mismo Gobierno del Estado, se augura un reverendo fraude y un insulto al legado que dejara la maestra Lila López.
