San Luis Potosí.- El pasdo 19 de agosto, sostuvieron una reunieron Claudia Hernández Herrera (ciudadana egresada de la Facultad de Derecho de la UASLP, perseguida política y procesada judicialmente) y Alejandro Encinas (sub-secretario de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobierno) para tratar los temas derivados de los sucesos ocurridos el 5 de junio de este año, en especial de los relacionados con los defensores de la Sierra de San Miguelito.
Claudia, a quien intentan incriminar injustamente con testimonios falsos por participar en actos violentos sin tener pruebas sólidas de ello, le comentó al sub-secretario Encinas que ella y sus compañeros son “jóvenes activistas en San Luis Potosí, con trayectoria de lucha, y estos actos también se dan en el marco de detenciones arbitrarias a defensoras de derechos humanos a nivel nacional”. Además, ejemplificó la gravedad del asunto mencionándole que incluso el Centro de Convenciones en donde se realizó la junta de la CONAGO se construyó a las faldas de la Sierra de San Miguelito, así que si se siguen llevando a cabo este tipo de proyectos urbanos sin consciencia las secuelas simplemente serán catastróficas e irreparables.
Después de escuchar a Claudia, el sub-secretario Encinas aseguró haberle entendido y le dijo que “la situación por la que estás pasando nos ha sucedido a muchas personas que hemos estado en la lucha; lo que buscan es silenciarte y que desistas, pero no te dejes. Sé fuerte, esto se tiene que solucionar; tienes mi apoyo”. De igual manera le hizo saber a Claudia que ellos ya contaban con antecedentes sobre estos asuntos y que comentará los problemas con el presidente de la República.
Tras este diálogo, se hizo entrega de varios documentos, fotos, videos, y demás información sobre los temas tratados; también se aprovechó para establecer una línea directa de comunicación entre el sub-secretario Encinas y los activistas. Para finalizar, el sub-secretario Encinas recibió alegremente una playera de la Resistencia y Defensa de la Sierra de San Miguelito y la Cañada del Lobo, y se despidió alentándolos y diciéndoles “Estamos en contacto, compañeros, no desistan”.
