
El recién nacido se encontraba entre las bolsas de basura, cuando éste comenzó a llorar justo antes de que accionarán el mecanismo de compactación de basura.
Juan Pablo Marín, trabajador, abrió la bolsa y encontró al bebé envuelto en cobijas. Sorprendido pero sin pensarlo dos veces, de inmediato lo puso a resguardo del frío con sus propias ropas.
Los trabajadores llamaron a la Policía y la Cruz Roja, quienes trasladaron al angelito al Hospital del Niño y la Mujer donde fue valorado por los médicos y descartar que se encontraba fuera de peligro.
De momento se desconoce las razones de este lamentable hecho. Afortunadamente el bebé se muestra fuerte y con muchas ganas de vivir.
La PGJE se encuentra ya investigando el caso para dar con quien cometió este terrible acto.