Crueldad animal persiste en Salinas de Hidalgo: machetean a perro y continúan los envenenamientos sin esclarecer
Animalistas denuncian impunidad y señalan al Gobierno municipal de Salinas de Hidalgo por omisión y hostilidad en los casos de maltrato animal
La colonia Gótica se convirtió nuevamente en escenario de crueldad animal. Un perro de talla mediana fue hallado con gravísimas heridas de machete, después de que vecinos escucharan sus “gritos de dolor” y acudieran a auxiliarlo. “Vimos al animal tajado brutalmente, agonizando”, relataron testigos.
Este ataque se suma a la reciente denuncia sobre el envenenamiento masivo de cerca de 40 perros, hechos que conmocionaron a la opinión pública y generaron que la Fiscalía General del Estado anunciara una investigación. Hasta el momento no se han presentado resultados.
Antecedentes de un conflicto prolongado
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Salinas de Hidalgo, señalan defensores, mantiene “un largo historial de maltrato animal y omisión de las autoridades”.
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La animosidad data de 2020, cuando la Dirección de Protección Civil ?por instrucción del entonces y actual alcalde Antonio Venancio Páez Galván? ordenó el “arresto” y sacrificio de varios perros que entraron a un gallinero privado.
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Aquella medida se detuvo tras la presión de colectivos, pero marcó un punto de quiebre: desde entonces, los activistas han exigido programas permanentes de esterilización y adopción como solución de fondo.
“Acudir a Salinas como defensor de los animales implica un riesgo”, afirman integrantes de organizaciones locales, quienes sospechan que las matanzas ocurridas en los últimos años “podrían estar vinculadas al mismo municipio”. Cada vez que se visibiliza un caso, dicen, “la violencia parece recrudecerse”.
Exigencias y acciones pendientes
Los colectivos solicitan:
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Resultados públicos de las pesquisas de la Fiscalía sobre los envenenamientos.
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Un programa municipal de esterilización y campañas de sensibilización permanentes.
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Garantías de seguridad para los rescatistas y ciudadanos que denuncian.
Salinas de Hidalgo se enfrenta, así, a un problema estructural de maltrato animal que exige respuestas inmediatas. Mientras tanto, el perro atacado con machete engrosa la lista de víctimas y refuerza la demanda de justicia por parte de la sociedad civil organizada.
