Pieza boliviana llega al Museo Nacional de la Máscara
El ex embajador de Bolivia en México, Jorge Mansilla Torres, entregó en donación a la representación del Gobierno del Estado, una máscara de diablo, con la cual se da muestra de la relación de buena voluntad existente entre nuestra República y ese país sudamericano.
La tradicional pieza, del rico folklor boliviano, pasará a ser parte del acervo del Museo Nacional de la Máscara, por lo cual, a través de la Secretaría de Cultura se extendió un amplio agradecimiento al ex embajador, así como al excelentísimo Marcos Domic Ruiz, actual Embajador de Bolivia en México.
Cabe destacar que la pieza, utilizada en las fiestas tradicionales conocidas como Diabladas, fue elaborada en el año 2002, y fue utilizada en la ciudad de Oruro por un total de ocho danzantes hasta 2006, y posteriormente fue traída a México, en el año 2009.
También es digno resalta que la Diablada es el paradigma del Carnaval de Oruro, evento que fue declarado en 2001 por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral Intangible de la Humanidad, lo que resulta un buen indicativo sobre la relevancia del obsequio realizado a los potosinos.
La Diablada es una danza colonial cuyo origen se remonta al año 1631, y con ella, la iglesia ejemplificaba en Oruro el triunfo del bien sobre el mal, escenificando la lucha del Arcángel Miguel en contra de los 7 pecados capitales.
Dentro de esta representación, los diablos se rendían uno a uno, y al final eran acogidos por la virgen de la Candelaria. En 1782, la legión diablesca se adhirió al levantamiento del indígena Tupac Katari, quien salió de la iglesia a bailar en calles y plazas.
Hoy día, en esta puesta popular participan alrededor de 25 mil danzantes de 39 históricas manifestaciones etnofolklóricas, de todas las regiones del Estado Plurinacional de Bolivia, y ahora, en el Museo de la Máscara contamos con una pieza representativa de esta fiesta, gracias a la generosidad del pueblo boliviano, expresada a través del donativo de los señores Martha y Jorge Mansilla.
