En la página visitasanluispotosi.com se encuentran los dulces típicos y platillos tradicionales de las cuatro regiones del estado.
Para acercar a la población al conocimiento de la gastronomía típica potosina, la Secretaría de Turismo promueve las tradiciones culinarias de las cuatro regiones del estado a través del sitio oficial visitasanluispotosi.com informó el titular de la dependencia, Arturo Espero Sulaimán.
En este espacio se puede encontrar información sobre las Chancaquillas, que tienen como ingredientes pepitas de calabaza y piloncillo, y que se producen luego de derretir el piloncillo mientras se colocan sobre ruedas de pvc engrasadas sobre una charola de horno también con grasa, y en cuyo fondo se extiende una capa de pepita, posteriormente una segunda capa de la miel de piloncillo, y para finalizar se colocan nuevamente las pepitas hasta esperar su enfriamiento. Este dulce es típico de la región media en Rioverde.
En Santa María del Río, Pueblo Mágico ubicado en la región Centro del Estado y a media hora de la ciudad capital, se pueden degustar las Campechanas, un pan de hojaldre cubierto de azúcar caramelizada que, con el tiempo, se ha llegado a convertir en un clásico de la gastronomía potosina, junto con los simpáticos cochinitos de pan de piloncillo.
En específico, agosto es época de tunas y en el altiplano se cosechan muchas variedades, las más buscadas son la tuna blanca, muy jugosa y dulce; pero también existen la tuna Cardona: roja y pequeña, que sirve para elaborar una de las bebidas típicas del altiplano: el colonche.
Al sur del Estado en la región Huasteca, uno de los platillos típicos es el zacahuil, el nombre de este preparado en lengua náhuatl, significa: “zacate o con sabor a zacate”, y quizá se deba a las hojas con que antiguamente se cubría este guiso antes de hornearse.
En la actualidad, el zacahuil es envuelto con hojas de plátano y se prepara con masa de maíz martajada, manteca de cerdo, carne de pollo (o guajolote) y porcino, y diversos tipos de chiles y especias; todo se mezcla con la masa mientras al guiso, se le van colocando algunos trozos de carne (de ambos animales) para después, envolverlo con varias capas de hojas de plátano. Finalmente, el tamal se deja cocer en un horno de leña o en el texcal (horno que se cava bajo la tierra para preparar el zacahuil).