Sin cuidado alguno y en completo desorden, la mañana de este lunes comenzaron los trabajos de reconstrucción del muro del Centro de las Artes que fue derribado para poder ingresar las obras escultóricas de Leonora Carrigton al museo construido en su honor, sin embargo, llamó la atención el caos en que se llevó a cabo esta obra, contrario a lo que en su momento informaron las autoridades del INAH y de Cultura.
Cuando se demolió el muro, el secretario de Cultura, Armando Herrera Silva, aseguró que todas las piedras estaban numeradas y se resguardarían para que, posteriormente, pudieran ponerse en el mismo sitio del que habían sido retiradas. Por su parte, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Juan Carlos Machinena, insistió en que todo estaba bien controlado y que había una rigurosa vigilancia para evitar daños al patrimonio cultural de los potosinos.
Contrario a ello, este lunes un albañil tomó piedras al azar y como le fue posible las colocó en el muro. No hubo cuidado, no se vio la numeración ni se respetó el legado histórico de este monumental recinto, incluso, las piedras ahora tienen un color blanco, contrastando en sobremanera con el color original.
