Se inaugurara «El Arte en Libertad, Raúl Gamboa Cantón u la generación de los sesenta»
Colección del Museo Francisco Cossío y Gilberto Vázquez
Inauguración 04 de abril en la Sala Potosina
El Museo Francisco Cossío, se complace en invitar a todos los potosinos y público en general a la inauguración de la exposición EL ARTE EN LIBERTAD, Raúl Gamboa Cantón y la Generación de los Sesenta, en la Colección del Museo Francisco Cossío y Colección Gilberto Vázquez, este próximo viernes 04 de abril en punto de las 20: 00 horas. Entrada libre.
Dicha exposición estará engalanando la Sala Potosina del Museo Francisco Cossío, con más de 50 cuadros de diferentes artistas que conformaron el grupo del maestro Raúl Gamboa, tales como, Tere Caballero, Angélica Villarreal, Celia Ramírez, Flora Martínez Bravo, Alberto Martínez, María Teresa Paláu, Gilberto Vázquez, Jesús Sánchez Urbina, Othón Salazar, Rosa Luz Marroquín, Carmen Esquivel, por mencionar algunos.
La Maestra María Teresa Paláu, comenta, que las enseñanzas del Maestro Raúl Gamboa Cantón estuvieron inmersas en los estados superiores del espíritu, sobre todo en relación con la libertad y la autenticidad. Quienes fuimos sus alumnos estamos vinculados por ellas y cada manifestación individual recuerda sus reflexiones acerca de ese enigma que llamamos arte.
Raúl Gamboa Cantón, nació en Mérida, Yucatán. Se inició en el estudio de las artes plásticas desde muy joven. En forma paralela a los conocimientos académicos y diversas disciplinas que forman la carrera artística, Raúl Gamboa se nutre del paisaje yucateco, despertándose en él el espíritu nacionalista surgido del misterioso y siempre presente pasado maya. Esto influiría definitivamente en su obra y marcaría los derroteros de toda su actividad, reafirmando el precepto de que partiendo de lo general se llega a lo universal.
La visión nacionalista y el cariño por las muestras tanto de nuestro pasado indígena como de las manifestaciones artesanales actuales nutren de color la obra de Gamboa y le permiten comunicar a sus alumnos toda la belleza de nuestra riqueza folclórica y cotidiana, despertando el amor y revalorizando desde el más humilde objeto hasta las más elaboradas muestras del barroco. Surge gracias a este interés una generación de potosinos conocedores y respetuosos, pero, sobre todo, propagandista de valores ancestrales.
