La soga al cuello: Zipi zape

Y es que a veces uno piensa que la gente es tonta porque sirven de utilería cuando algún político nobel quiere lucirse con una foto, ahora está de moda eso de que se ponen de espaldas al respetable para tomar una panorámica. En otros tiempos eso se hubiera considerado una ofensa, uno nunca le da la espalda al pueblo, ni siquiera para presumir una multitud. Pero me informan que ya son otros tiempos, ahora los políticos pueden salir disfrazados de bebés, bailando, tocando el tambor como un inimputable, en calzones o con falda para solidarizarse con la causa femenina. Tal parece que actualmente para triunfar lo primero, es estar dispuesto hacer el ridículo.

 

Hace no mucho tiempo, un candidato como José Luis Romero Calzada difícilmente jamás podría haber aspirado a ser candidato por el partido Acción Nacional, ahora hasta le rogaron. El maestro del escándalo, su boca es un esfínter que expulsa verborrea en un incesante y macabro juego de perversión. En lo político tiene muy poco que aportar, pero en cuanto al espectáculo es todo un personaje, nunca se sabe que hará, igual puede saltar a un río, que bailar con un asno. La coalición PRI – PAN – PRD incluso le obsequió la candidatura a diputada federal por el IV Distrito Federal para su esposa porque se supone que si él va ganar la alcaldía de Ciudad Valles, entonces ella, Gabriela Martínez Lárraga se vería directamente beneficiada. El pragmatismo al extremo es el que practica Verónica Rodríguez lideresa estatal del PAN, al mando aún por medio de su títere Enrique Dahud Dada.

 

Verónica Rodríguez es candidata al senado de la república y lleva el respaldo de la señora Estela Arriaga como suplente de la fórmula, además del respaldo del doctor Jaime Chalita quien completa la fórmula por San Luis Potosí. Experiencia, prestigio y financiamiento asegurado, como dice el refrán: suerte te de Dios, que el saber poco te importe. La esposa del alcalde Enrique Galindo Ceballos y el ínclito doctor Jaime Chalita le garantizan buenos foros y equipos de trabajo bien organizados, con buenos pertrechos. Solo hay algo que se le olvidó a Verónica Rodríguez, la congruencia, ella como mujer no debería tolerar que su candidato a la alcaldía de Ciudad Valles se frote el pene sobre el pantalón mientras le recuerda a la alcaldesa de Ébano que: “las mamadas son una cuarta debajo del ombligo”.

 

Verónica Rodríguez aprendió del mejor, el maestro de la estafa a quien sirvió incansablemente por años, día y noche, festivos e inhábiles, con lluvia, calor o nieve, decidió emanciparse cuando le hicieron la más grave ofensa que puede recibir un político, cuando le bajaron de la camioneta. Sin embargo, fue solo hasta que de la mano de un padrinazgo se atrevió a romper las cadenas y el código del silencio, los vínculos con los principios de su propio partido. En el PAN hay (o había) valores y principios que debían preservarse, un candidato como José Luis Romero atenta contra todos ellos. Para imponer a Romero Calzada como candidato, Verónica debió pasar por encima de la militancia de Ciudad Valles y defecar sobre las sagradas escrituras panistas, y lo hizo con singular alegría. Carlos Abascal Carranza y J. Carmen García Vázquez debe estarse revolcando en su tumba.

 

En la casa de enfrente las aguas están más turbias, morenos y verdes hicieron nunca coalición a medias y después anunciaron ir al senado separados por así convenir a sus intereses. Ahora resulta que ya estamos en el periodo para hacer los registros oficiales ante el órgano electoral y todavía no pueden terminar de negociar los perfiles para las alcaldías. La más complicada es Sonia Mendoza Díaz, después de un desgastante proceso interno con lo más significativo de la gallardía, la van a tener en ascuas hasta el 14 de marzo, un día antes de la fecha límite del registro ante el Ceepac. Algunas voces maliciosas advierten que podría haber un cambio de timón y colocar al diputado Antonio Lorca Valle que coincidentemente pidió licencia al cargo en estos días. Lorca Valle ha estado agazapado mientras pasa la turbulencia.

 

Por alguna razón Claudia Sheimbaun decidió desperdiciar un día de los noventa que tendrá de campaña presidencial en Mexquitic de Carmona y Villa de Reyes, dos municipios conflictivos y donde hay sería disputa entre morenos y verdes, ojalá no terminen a sillazos, con eso de que cada que hay visita salen con sus desvaríos. Uno pensaría que la visita de la candidata presidencial aminora los ánimos pero creo que cada que viene los alienta más. Nunca hubo realmente una mesa política de negociación, solo los verdes en la “gandallez” y los morenos en la “pendejez”. La última que se traen los verdes es de sexto año, postular actores políticos vinculados a ellos por el partido laborista. Como en el caso de Axtla de Terrazas donde toca siglar a Morena y por el partido irá Jovanny de Jesús Ramón Cruz.

 

Lo mismo sucederá en Tamazunchale, los verdes le ofrecen a Rita Ozalia la manzana envenenada promoviendo a Carmen Quiroz, amiga cercana de la ex dirigente y candidata al senado. Por alguna obtusa razón no es capaz de darse cuenta que no es que quieran ayudarle, simplemente buscan el rival más débil para darle la vuelta y postular a un tercero en discordia por el partido laborista. Es increíble que Rita Ozalia no se dé cuenta que ella lo que necesita son votos en el logo de Morena y que al menos en Tamazunchale puede sacar 18 mil o cinco mil, depende de la decisión que tome, la tentación es cabrona y pensar que alegando la supuesta equidad de género podría imponer a su amiga querida como candidata a la alcaldía. Pero no alcanza a leer entre líneas, si escucha el canto de las sirenas, Carmen irá sin el apoyo de los verdes y sin el de sus aliados, precisamente esos que le dieron el apoyo a Carmen para que fuera consejera estatal porque no era capaz de conseguir 500 votos por sus propios medios. Ahora sí que el poder vuelve locos (y locas) a los que nunca lo han tenido.

 

Y en medio de esta vorágine de ambiciones y codiciosos apenas se comienzan a amansar las aguas, hasta que venga un maldoso y las revuelque. El maestro Enrique Galindo con su barba blanca y su actitud Zen espera que los putazos se tarden, pero también advierte que habrá una actitud belicosa de parte del gobernador. La instrucción de la candidata presidencial de Morena es ganar las capitales, así lo ha externado, así que Galindo Ceballos debe construir trincheras y esperar los embates de la gallardía y el partido en el poder.

 

Sea pues Enrique Galindo Ceballos, maestro de la procrastinación, encantador de serpientes, veremos pues cuando el barbero haga su chamba y entonces tú resurges desde las cenizas de algo que pudo ser. Si no te reinventas y haces la proeza, entonces habrá un ejército de inútiles deambulando por las calles de la ciudad, sin rumbo y sin sentido.

 

@gandhiantipatro