
La gran afluencia de visitantes ocasiona que, por ejemplo, una persona que viaja en su automóvil demore cerca de tres horas en entrar al pueblo, por lo que los prestadores de servicios turísticos entablarán un diálogo con el ayuntamiento para proponer soluciones a este tipo de problemas y ofrecer un servicio adecuado.
Esta noticia ha causado descontento e inconformidad a turistas que ya tenían reservaciones, pero no hay de qué preocuparse, ya que la iniciativa privada y la alcaldesa se reunirán para trabajar en conjunto y lograr que la experiencia de quienes visitan el pueblo mágico sea satisfactoria.




