Preparando un altar de muertos: guía para conservar la tradición mexicana
Conoce los elementos esenciales de esta ancestral práctica

- Ofrenda: El corazón del altar. Se coloca comida, dulces, bebidas y otros objetos que eran del agrado del difunto. Los tamales, pan de muerto, frutas y calaveritas de azúcar son típicos.
- Flores: Las cempasúchil son las más tradicionales. Su colorido y aroma tienen el propósito de guiar las almas hacia la ofrenda.
- Velas: Iluminan el camino de las almas. Se deben colocar en cruz para representar los puntos cardinales.
- Fotografías: Una imagen del ser querido que se está recordando.
- Calaveras: Símbolo de la muerte y de la festividad. Pueden ser de azúcar, chocolate o arcilla.
- Papel picado: Representa el viento y la fragilidad de la vida. De colores vivos, suele decorar el borde del altar.
- Agua: Fuente de vida, se coloca en un recipiente para que el difunto sacie su sed después de su largo viaje.
- Copal e incienso: Purifican el ambiente y conectan con el mundo espiritual.
- Objetos personales: Pueden ser desde juguetes, en caso de niños fallecidos, hasta objetos que pertenecieron al difunto.
- Cruz: Hecha de sal o ceniza, representa los cuatro puntos cardinales y guía a las almas.
La Secretaría de Cultura recomienda conservar y promover esta tradición, ya que fortalece la identidad y la cohesión social. No obstante, también es esencial adaptar y personalizar el altar según las creencias y deseos de cada familia.
Este 2 de noviembre, fecha en que se celebra el Día de Muertos, se espera que miles de hogares mexicanos y de otras partes del mundo rindan homenaje a sus seres queridos con un altar, demostrando que la tradición está más viva que nunca. ¡Participa y mantén viva esta hermosa tradición!







