Esta es la triste historia de «La Loca Zulley»

julio 29, 2019

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San Luis Potosí.-Claudia Soule Mares vivió a principios del siglo XX en el barrio de San Miguelito en una casa que aún existe y se encuentra entre las calles de Zamarripa, Valentín Gómez Farías y Fernando Rosas.

Es mejor conocida como “la loca Zulley” debido a que la gente no podía pronunciar bien su apellido, pues sólo escuchaba Zulley, que es como se le dio a conocer a esta dama elegante que gustaba de dar paseos por las plazas de la ciudad, siempre en espera de su amado Rodolfo, a quien le juró amor eterno.

Esta distinguida mujer posó para un escultor, quien tenía encomendado esculpir el rostro de la Virgen de la Soledad, la cual actualmente se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Cuenta la leyenda que, al morir Claudia, fue enterrada en el antiguo panteón de El Tecuán, ubicado atrás del templo de San Miguelito, sin embargo, éste fue demolido para dar paso a lo que hoy es la Secundaria Manuel José Othón. Antes de que se llevara a cabo esta construcción, se transportaron varios de los féretros al panteón del Saucito, pero no todos corrieron con esa suerte, uno de esos casos fue el de Claudia, quien fue enterrada con su vestido de novia y, en el dedo anular de su mano izquierda, el anillo de oro blanco con una piedra negra acerina que alguna vez Rodolfo le entregó para pedirle matrimonio.

Muchos de los cuerpos quedaron expuestos al realizarse las excavaciones, se dice que uno de los habitantes del barrio descubrió el anillo y lo llevó como manda a, nada menos, que la Virgen de la Soledad, la misma para la cual Claudia posó.

Actualmente se desconoce el paradero de ese anillo, ya que debió estar a los pies de la Virgen y no en el dedo anular de su mano izquierda, como se creía, ya que lleva sus manos siempre unidas y esto hace imposible colocar el anillo.

Pero de eso se tratan las leyendas, de lo que la gente va contando y se va pasando de generación en generación hasta ser lo que ahora son. Aún ahora en estos tiempos, la gente habla de una mujer muy elegante a la cual se le ve caminando por las calles empedradas del centro histórico.