Denuncia despido injustificado en el Instituto Estatal de las Mujeres
El día 16 de febrero las trabajadoras del Instituto Estatal de las Mujeres (IMES) se presentaron a cumplir con sus labores en el edificio ubicado en el Centro Histórico, pero 8 de ellas y un trabajador, fueron llamados individualmente, para informarles que su relación con la institución había terminado.
Fue la misma Lic. Elizabeth Carrillo Sánchez, directora administrativa del instituto, quien requirió su presencia en la oficina de la Directora general Marcela García Vázquez, donde las encerró con un hombre de la Oficialía Mayor del Estado, quien les fue notificando su despido y les pidió que tomarán sus cosas y al día siguiente ya no se presentarán.
Cuando las ahora extrabajadoras de este organismo intentaron preguntar la razón de la recesión de su contrato, solo les dijeron que hablarán con el Oficial Mayor o con su sindicato. Y por si no fuese poco la noticia que se les acababa de dar, cuando ellas intentaron registrar su salida, su huella ya había sido dada de baja del sistema y el checador no las reconoció.
Desde ese día, las afectadas han solicitado una audiencia con el Oficial Mayor y con José Guadalupe Torres, Secretario General de Gobierno de S.L.P; misma que no les ha sido concedida.
Por todo esto el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, las extrabajadoras colgaron mantas en el interior y exterior del edificio donde antes laboraban, pues con justa razón argumentan que lo que vivieron es una forma de violencia.
Cabe mencionar que Marcela García intentó engañarlas diciendo que había estado en una junta con el Oficial Mayor, el cual les pedía que se retirarán, pero esto no podía ser, porque él se encontraba en cuarentena. También les habló de una reunión con Guadalupe Torres, quien, según ella, en conjunto con el Oficial Mayor fue quien dio los nombres de quienes debían ser despedidas.
También se quitaron sus mantas en varias ocasiones y se les acusó de drogadictas, violentas y alborotadoras, a lo cual respondieron diciendo que solo defendían sus derechos, pues de la misma forma injusta en que han sido tratadas, otros muchos trabajadores del IMES no han recibido la renovación de su contrato desde enero y por ende tampoco un sueldo, a pesar de seguir trabajando.
Así que piden que se haga justicia y se les reinstale en su ocupaciones, y que de igual forma Marcela García Vázquez sea removida de su puesto, pues con estas acciones está lejos de defender la causa feminista y se ha convertido en una violentadora.