La soga al cuello: Sarita; la huerfanita.
Pasa por gracia en la viril caterva
lo que castiga cual atroz delito
en la mujer su infortunada sierva.
No hay un fiero que dome su apetito;
que más aplauden al que más codicia
el lupanar, la crápula, el garito.
La casa de los celos y selvas de Ardenia. Bretón de los Herreros.
Estuvieron de visita por la ciudad personajes de la vida pública nacional, pasado, presente y futuro de este país. El ex presidente Vicente Fox Quesada concurrió a una ceremonia que a modo de homenaje se realizó en honor del ex gobernador Marcelo de los Santos Fraga, el respetable público principalmente conformado por panistas de la vieja escuela, algunos que otros ex funcionarios del gobierno estatal departieron alegremente y compartieron viejas anécdotas. Daban ganas de llorar nomás de ver tanta nostalgia por el poder, nomás los recuerdos quedan. Marcelo de los Santos ya es un anciano que es manipulado por sus hijos quienes lo obligan hacer destapes políticos a cambio de autorizaciones o licencias de trámite necesarias. Como dice el refrán: todo por ser vil (sic) se acaba.
Es inevitable pensar que con el arribo de Fox a la presidencia de México se abrió la posibilidad no sólo de la alternancia, sino de una transformación del sistema político mexicano, incluso, de convocar un constituyente. Las mesas de discusión para promover la reforma política tuvieron como coordinador -nada más y nada menos que- a Porfirio Muñoz Ledo, a la sazón aliado del presidente de la alternancia. Al candidato del extinto partido auténtico de la revolución mexicana (PARM) le alcanzó para poner nervioso al establishment, -ni se diga al presidente- al concluir los trabajos de la comisión de estudios para la reforma del estado, Porfirio terminó como embajador ante la Unión Europea. Como dijera Marco Tulio Cicerón: “se pierde más por indecisión que por decisión equivocada”.
En el congreso del estado se presentó el consejero nacional del INE Uuc-kib Espadas Ancona para intercambiar impresiones sobre el inminente proceso para la renovación del sistema de justicia, la elección resulta ser todo un reto para la democracia mexicana, nadie imaginó -o tal vez no queríamos creerlo- que antes de terminar el año estaríamos sentando las bases de la elección por voto universal de jueces, magistrados y ministros de la suprema corte de justicia. La verdad es que al pueblo le es tan ajeno todo aquello que desconoce, (y le vale madre) es el momento propicio de ganar la calle y organizar a sus huestes para colocar en cualquier espacio de poder a incondicionales de la cuarta transformación. Salvo que suceda algo extraordinario, no debería ser difícil consumar el latrocinio, esa elección bien podría ser antes de terminar el año y sin necesidad de esperar al 2025 o el 2027, aunque igual como todavía no tienen perfiles, mientras quieren que los que vayan a ser jueces saquen sus títulos en universidades patito o en los colegios del bienestar.
El consejero Uuc-kib Espadas habló con claridad y sencillez, incluso sobre sus propias dudas y las imprecisiones que los legisladores dejaron para después, por lo pronto el INE ya está en marchas forzadas para preparar la curiosa encomienda de organizar un proceso donde millones podrán ir a votar por miles de personas desconocidas que no tienen permitido hacer campaña. Así las cosas. Los retos de tipo técnico y operativo no son comparables a los que la sociedad en su conjunto tiene para evitar el avasallamiento del régimen, sin embargo, no están dadas las condiciones para que la sociedad reaccione, si acaso les alcanza para legitimar un proceso viciado de origen, podríamos decir que el nuevo sistema de justicia será un entelequia. Incluso los partidos políticos no son capaces de llevar la discusión en buen nivel a los foros adecuados para informar a los electores, el desasosiego imperante en los temas públicos son derivados precisamente del hartazgo que provocó la mediocre partidocracia mexicana. O sea, estamos jodidos todos ustedes.
La última visita del día fue tan efímera y extraña que nadie supo a qué chingaos pasó por San Luis Potosí el dirigente nacional Alejandro “alito” Moreno, porque se entendería si el gobernador fuera del PRI que Sara Rocha Medina le hubiera organizado una salutación con el gobernador del estado, pero es precisamente el personaje que no se cansa de referirse a los priístas como “la herencia maldita”, aunque bueno, bien dicen que ablanda más el dinero que el cebo. La dirigente local del PRI no ha dado señales de querer ser oposición al partido en el poder, al contrario, se va quedar “chuchita” de tantos guiños que le hace a Ricardo Gallardo Cardona y al secretario de gobierno José Guadalupe Torres. Y está bien si quieren seguir prostituyendo la política en esa casquivana forma que tienen los priistas de hacer genuflexiones para obtener privilegios o granjearse dádivas, pero eso de llevar a su dirigente nacional a pedirle al jefe del ejecutivo que por favor no vaya a corromper a la miseria de alcaldías que les tocaron de milagro, ya está en el límite de la ignominia. Hasta para Alejandro Moreno fue denigrante, quizás por eso no apareció Enrique Galindo Ceballos, porque no lo invitó sarita, o porque ese deleznable acto de rendir armas prefiere hacerlo en privado.
La verdad es que Sara Rocha trae al santo de espaldas, en el PRI nadie está conforme con su particular y trastornado estilo de hacer política, después de más de un año de tolerar exabruptos, berrinches y caprichos, ya está enemistada hasta con el vigilante del vetusto edificio, con los sectores y las organizaciones que conforman las estructura legítima del instituto político, ya no es capaz de convocar veinte señoras para una clase de aerobics gratuita en el salón de usos múltiples. La dirigente local está pasando por una crisis psicótica derivada de las transición de la edad adulta a la senectud, y las consecuencias amenazan no sólo la estabilidad emocional de la señora, sino también de quienes se encuentran cerca del epicentro de la paranoia. El PRI es un partido que se ha ido desfragmentando desde la debacle electoral que provocó el grupo político del ex gobernador Juan Manuel Carreras López y que ahora ha sido reciclado -en parte- por Enrique Galindo Ceballos. Pero el PRI ya es un cuerpo en estado de putrefacción, tiene vida porque aún hay algunos gusanos consumiendo las vísceras, pero hace ya un tiempo que solo es un edificio con registro y participaciones económicas.
Sara Rocha sabe muy bien que mientras esa cosa amorfa respire aunque sea con un concentrador de oxígeno, recibirá dinero, pero de eso hablaremos en posterior ocasión porque ahorita debo ir a tomar un diplomado en línea que me salió carísimo, pero gratis.